En la España medieval de principios del siglo XII, en el antiguo Reino de León, doña Urraca pasó a la posteridad por su gran influencia y por ser la primera mujer en ejercer el poder como soberana de pleno derecho, motivos por los que es recordada aún hoy como La Temeraria. Ahora, en un homenaje a su legado de coraje y liderazgo femenino, y con la vista puesta en el futuro, en ese mismo escenario castellano nace ‘La Temeraria’, el primer vino rosado de Dehesa La Granja, la bodega zamorana de Familia Fernández Rivera (ubicada en Vadillo de Guareña, Zamora), en la que el pasado y el futuro se unen para dar la bienvenida a un nuevo camino.
Elaborado con uva tempranillo y criado en lías con fermentación en barricas de roble americano durante nueve meses, “La Temeraria” es un vino aromático, afrutado, fresco, largo y con un marcado carácter. Los continuos batonages a los que ha sido sometido le proporcionan un buen centro, con volumen medio y agradable persistencia. Además, su notable acidez aporta una sensación de frescura que invita a seguir disfrutándolo. Con notas de frutas rojas, violetas, balsámicos y mentolados, así como sutiles notas especiadas, “La Temeraria” es un vino robusto y de guarda, diseñado para envejecer en botella y desarrollar una mayor complejidad de aromas y sabores con el tiempo, dando como resultado un rosado singular de atractivo color rosa frambuesa limpio y brillante. Una propuesta ideal para acompañar pastas, arroces –tanto de carne como de pescado–, todo tipo de carnes blancas… pero también suficientemente versátil y gastronómico como para acompañar un menú completo.
Así, en la misma región donde doña Urraca I pasó a la posteridad por su gran influencia, Familia Fernández Rivera, tras más de cincuenta años de legado de pasión y tradición a través de Dehesa La Granja, culmina ese recorrido conectando el pasado y el presente con el lanzamiento de “La Temeraria”. Con un diseño de inspiración clásica, que transmite la solidez y el legado histórico de la bodega, y una composición contemporánea y minimalista que conecta con las tendencias actuales y el carácter indomable de Urraca I de León, esta nueva referencia de Familia Fernández Rivera marca un nuevo camino para la bodega, fusionando tradición e innovación para ofrecer vinos únicos y excepcionales.