La cultura del café en Malta, influenciada por su rica historia y diversidad cultural, ha sido un elemento central en la vida social desde la época de los Caballeros de San Juan en el siglo XI. Hoy en día, establecimientos tradicionales y modernos ofrecen una experiencia única, combinando influencias gastronómicas de los pueblos que se asentaron en Malta como fueron los españoles, árabes, turcos, británicos, italianos y franceses. A continuación, cinco cafeterías que representan la esencia del país y su pasión por el buen café y la hospitalidad.
Ubicado en el corazón de La Valletta, en la emblemática Plaza de San Jorge, el Café Cordina es un verdadero monumento a la historia y la cultura maltesa desde su fundación en 1837. Esta cafetería no solo es un lugar para disfrutar de un café, sino un viaje en el tiempo gracias a su elegante decoración que incluye techos pintados a mano y frescos históricos. Su especialidad, el pastizzi, un hojaldre relleno de ricotta o guisantes, es un clásico que ha cautivado a generaciones. Otro de sus distintivos es el famoso “Café Cordina”, un expreso servido con un toque de crema de almendra, que ofrece una experiencia con mucho sabor.
Con un encanto retro que recuerda a la época colonial, el Café Jubilee, con sus locales en La Valletta y Sliema, se ha convertido en un punto de interés para el viajero. Su decoración nostálgica, que incluye muebles de madera oscura, lámparas de cristal y una colección de fotografías históricas, crea un ambiente acogedor. Aquí, la oferta gastronómica destaca por su famoso sándwich de conejo, un plato típico maltés, y una variedad de pasteles, como la exquisita tarta de chocolate y almendras, que complementan su amplia selección de cafés artesanales. También es conocido por sus noches de juegos y eventos culturales, fomentando un ambiente más cercano entre sus clientes.
The Don Bertos es un remanso de paz en Sliema, diseñado para ofrecer a los visitantes un espacio de tranquilidad. Este café se distingue por su atmósfera muy cálida gracias a su decoración con plantas verdes y muebles de madera reciclada. Su menú se centra en el brunch, con platos como los huevos benedictinos sobre pan casero y su famoso tostado de aguacate, que se puede acompañar con un café de especialidad. Otro de sus atractivos son los talleres de café, donde el público puede disfrutar y aprender sobre las diferentes técnicas de preparación.
Para los amantes de los dulces, Mister Baker, situado en San Julián, es el verdadero paraíso de la repostería. Su renombre se debe a la amplia variedad de pasteles frescos elaborados diariamente con ingredientes de gran calidad. Su tarta de limón y merengue y los suaves bizcochos de chocolate son solo algunas de las delicias que atraen a los golosos. El ambiente familiar, con un espacio luminoso y acogedor, permite disfrutar de los postres junto a un café de tueste medio, que complementa a la perfección la dulzura de sus creaciones. Dentro de la carta también cuenta con opciones sin gluten y veganas, asegurándose que todo su público pueda disfrutar de sus delicias.
Situado en el vibrante centro de La Valletta, L'Artiglio combina la autenticidad del café maltés con un toque moderno y elegante, gracias a un diseño interior muy minimalista. Sus baristas, formados en técnicas de café de especialidad, ofrecen una experiencia personalizada, permitiendo a los clientes elegir entre una variedad de métodos de preparación, desde el espresso clásico hasta el pour-over. Otro de sus productos estrella es el pastel de ricotta, hecho con recetas familiares. L'Artiglio también organiza exposiciones de arte y eventos de cata de café, convirtiéndose en un punto de encuentro para amantes de la cultura y del buen café.