Muriel Romero, la nueva directora de la Compañía Nacional de Danza, en la presentación de su equipo y del proyecto que ella dirige, ha resaltado la importancia de reflejar la complejidad de la sociedad y ha apostado por la calidad de la coreografía de los artistas.
Además, ha abogado por aumentar la presencia femenina en la Compañía Nacional de Danza. Algo en lo que coincide Mayda Islas, directora adjunta.
La presentación sirvió, además para que se mostrara a la prensa el nuevo equipo directivo y gestor, compuesto, en lo artístico, casi en exclusiva por mujeres: la ya mencionada Mayda Islas (directora adjunta); Ana C. Román (asistente a la dirección artística); Violeta Gastón (maestra repetidora); Amanda del Monte (directora de producción); Pachi Cabanillas (director técnico) y Arturo Barral (gerente).
Uno de los ejes de su programa es dotar a la CND de un carácter singular a través de un repertorio único, que permita ampliar los clásicos iconos dancísticos trabajando con otras artes (como la creación musical y literaria), de modo que se posibilite ensalzar el patrimonio cultural español al tiempo que se continúa desarrollando una personalidad propia para este centro de creación.
En los próximos cinco años, Romero aspira a desarrollar una Compañía que trabaje con múltiples estilos y lenguajes, pero con la excelencia como principio. Propone ampliar el repertorio con obras no representadas con anterioridad de coreógrafas y coreógrafos consolidados y emergentes, priorizando a creadoras nacionales o radicadas en nuestro país y a lenguajes artísticos que hasta ahora no han tenido espacio en la CND. También se recuperará anualmente una obra de repertorio del siglo XX no representada hasta ahora en España, siempre en consonancia con el elenco de la Compañía. Asimismo, tiene entre sus objetivos prioritarios fomentar la creación conjunta entre coreógrafos y compositores contemporáneos, así como con artistas de diferentes disciplinas tanto nacionales como extranjeros.