Estonia integra la belleza y tranquilidad de su entorno natural con sus reconocidas experiencias de bienestar.
Aunque el verano llegue a su fin y los días sean más cortos, el descanso y la relajación no pasan de temporada en Estonia. Cubierto por bosques en más del 50% de su territorio y rodeado por miles de islas bañadas por el mar Báltico, este país del noreste de Europa ofrece experiencias de desconexión profundamente ligadas al entorno natural. Por su enfoque en prácticas de vida saludables, ecológicas y auténticas, Estonia es un lugar único para la relajación. Así es como uno vuelve renovado tras un viaje.
El ritual de la desconexión total
Una de las experiencias más representativas y tradicionales del bienestar estonio son las sesiones de sauna. Lejos de ser solo un espacio de relajación, la sauna es una costumbre esencial que conecta a los estonios con la naturaleza y con la larga historia cultural del país. Su importancia es tal que los estonios y finlandeses amantes de las saunas acaban de establecer un nuevo récord Guinness al “Mayor número de fotos de personas en una sauna subidas a Facebook en una hora".
Aunque en el país pueden encontrarse más de 100.000 saunas, uno de los mejores lugares para vivir esta tradición es en Mooska, en la región de Old Võromaa, donde las sesiones de sauna de humo adquieren un significado especial. En este lugar, los visitantes pueden experimentar este ritual tal como se ha practicado durante siglos, en un entorno auténtico y rodeado por la naturaleza.
Sin embargo, Estonia también es conocida por las saunas que van más allá de lo convencional y que dan un toque de creatividad a la experiencia. Ejemplos de ello son las saunas en forma de iglú de Iglupark, un relajante refugio con vistas al mar situado en el distrito Noblessner de Tallín.
De la sauna al spa
Una experiencia de bienestar en Estonia no está completa sin una visita a uno de sus reconocidos spas. Pärnu, situada a orillas del mar Báltico, es el principal destino turístico de wellness del país. Conocida como la "capital del verano" de Estonia, es famosa por sus balnearios y spas, donde se ofrecen tratamientos, masajes, terapias de barro y programas de salud. Entre los más destacados está el Hedon Spa & Hotel, un espacio repleto de lujo y elementos tradiciones del país, que utiliza ingredientes naturales en sus tratamientos.
Haapsalu, en el noroeste de Estonia, es ideal para quienes buscan un retiro en plena naturaleza. Esta pintoresca y pequeña ciudad, antaño un popular destino de veraneo de la aristocracia, se ha convertido en visita obligada para los amantes de los spas desde la apertura de su primer balneario en 1825. En la actualidad, los visitantes pueden probar terapias de barro y otros singulares tratamientos que promueven la relajación y el bienestar en el Hestia Hotel Haapsalu Spa.
Por su parte, la isla de Saaremaa, la más grande de Estonia, es conocida por su aire puro y su ambiente tranquilo. Con una oferta wellness de primer nivel, combina lo mejor de la naturaleza con tratamientos de lujo. El Georg Ots Spa Hotel, en Kuressaare, es uno de los más renombrados, con tratamientos basados en barro y agua de mar, además de programas de rejuvenecimiento. SörweSpa, especializado en ofrecer una experiencia de descanso pleno, y Hoia Nature Spa, rodeado por un bosque, son otros de los imprescindibles.
Bienestar en plena naturaleza
Estonia es también el escenario perfecto para el forest bathing, o "baño de bosque", una práctica de origen japonés que consiste en sumergirse sensorialmente en la tranquilidad de los bosques. A través de una inmersión lenta y consciente en la naturaleza, esta técnica busca reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y fortalecer el sistema inmunológico.
El yoga al aire libre es otra forma popular de aprovechar la conexión con la naturaleza en el país. Muchos spas y resorts ofrecen sesiones de yoga en la costa del mar Báltico, en las islas o en los bosques del sur, donde el entorno natural añade un elemento de calma y serenidad a la práctica, potenciando los beneficios físicos y mentales del yoga.
Por último, aprovechando los tranquilos lagos y ríos de su territorio, como el Lago Peipsi o el Río Emajõgi, la meditación en este entorno sereno ayuda a reducir el estrés, mejorar la concentración y fomentar un equilibrio emocional profundo, ofreciendo una experiencia de paz y conexión con la naturaleza.