Hasta otoño de 2024 estará esta exposición de Eusebio Sempere en el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA).
El año pasado se conmemoró el centenario del nacimiento en Onil (Alicante) de Eusebio Sempere, una de las figuras fundamentales del arte cinético en nuestro país, que basó su poética en la luz y el color y que cultivó una creación, en palabras del crítico Aguilera Cerni, con múltiples derivadas: Es un arte a la vez concreto, poético, lógico e incluso, urbanístico.
El Museo de Arte Contemporáneo de Alicante. MACA ha profundizado en estos meses en la vertiente menos difundida de la trayectoria del artista a través de dos exposiciones en las que se ha concedido un rol importante a la documentación: se pueden ver testimonios inéditos relativos a su infancia y juventud que ayudan al espectador a saber más de sus comienzos. Se trata de “Eusebio Sempere. Aprender el oficio de pintor” y “Eusebio Sempere, Abel Martín. La serigrafia: arte y mucho oficio” y en su organización han participado el Ayuntamiento Alicante y la Dirección General de Patrimonio Cultura de la Generalitat Valenciana, que estrenan etapa de colaboración.
Gracias a una temprana vocación pictórica y tras cursar sus estudios de bachillerato y habiendo asistido a clases nocturnas en la Escuela de Artes y Oficios de Valencia, Sempere inició en 1941 su etapa de formación en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. Allí estudió modelado, dibujo, anatomía, perspectiva cómica y procedimientos pictóricos, adquiriendo una sólida formación en el oficio artístico que se demuestra en las obras conservadas de aquellos años de formación. Sus años de formación académica fueron anodinos y frustrantes, recuerda siempre el artista. La educación artística en España durante aquellos años de posguerra era ineficaz y poco adecuada: a los autoritarios profesores, mediocres como artistas y despóticos en sus clases, se unía un extremo conservadurismo en los contenidos y continuas referencias “sorollistas” como único ejemplo válido a seguir. Aun así, en la Escuela Sempere conoció a Alfons Roig, profesor de Liturgia y cultura cristiana, que hablaba a los alumnos de arte moderno y a Ernest Furió, profesor de grabado calcográfico con el que amplió estudios hasta 1948, aprendiendo la técnica del aguafuerte y la punta seca. Prueba de ello es que sus grabados muestran un excepcional dominio del grafismo, trabajando la textura y el volumen y equilibrando con soltura la luz y la oscuridad.
A finales de 1948, el SEU (Sindicato de Estudiantes Universitarios) le concede una beca para ampliar estudios en París. Allí se convertirá en artista.
Además de las 26 obras, esta muestra incluye variada documentación relativa a la infancia y familia en el entorno de Onil y Valencia, así como de sus estudios en la Escuela de Bellas Artes pertenecientes al Archivo MACA cuyo Fondo documental Sempere está compuesto por más de 2.000 documentos fruto de la generosidad de la familia Sempere y familia Martín, de algunas adquisiciones y de la más reciente donación de una colección particular de Onil.