Picador, el restaurante ubicado en el resort La Zambra pondrá en marcha su nuevo oyster bar disponible en barra, donde el chef Juanjo Solano reinterpreta la forma de entender el lujo que evocan estos bocados desplegando la picardía andaluza.
Además, como segunda novedad, se podrá disfrutar de los platos más icónicos de Picador en una versión más pequeña gracias a su nueva carta Pícara, creada para poner el broche de oro al tardeo perfecto.
Las ostras relucen en nuestra imaginación como ese manjar que protagoniza la elegante mesa parisina. Sin embargo, como ya es costumbre, el chef Juanjo Solano se propone desafiar a la propia imaginación e intercambiar el lujo de la capital francesa por el inquebrantable que desprende la Costa del Sol a través de una reinterpretación de estas joyas marinas.
Desde el 3 de septiembre, Picador, la perla gastronómica del resort La Zambra, lanza un menú de ostras en su barra. Un nuevo oyster bar que contará con una cuidada selección de ostras con carácter propio: La Natural celebra la simplicidad de la ostra fresca, acompañada solamente de limón para presentarla en su forma más pura y tradicional; La Picante, con salsa espinaler casera y tajín, una dedicatoria a los paladares más arriesgados; y La Fresca, con tartar de manzana verde, lima y aceite verde, se corona por su ligereza.
No obstante, en un despliegue de creatividad que caracteriza todas las creaciones de Juanjo, se suman otras tres elaboraciones para descubrir nuevos sabores en la apreciación de esta delicia marina: La Gratinada, con salsa holandesa de piel de lima, cebollitas y cilantro; La Ostra Rosa, inspirada en el lado más afrodisiaco del producto con una combinación de gelée de vino rosé y tartar de fresas encurtidas; y la PX, con velo de Pedro Ximénez y perla de crema agria, en homenaje a la esencia andaluza de Picador.
Asimismo, entre las novedades en barra también destaca la introducción de la carta Pícara, una selección que incluye los grandes 'hits' de Picador en formato tapa: desde salados como el mítico steak tartar sobre pan brioche o el mollete de pringá con salsa de hierbabuena y shiso, hasta dulces como la tentación de la carta por excelencia, el mini profiterol de mango. Al igual que su propuesta en sala, cada bocado es perfecto para maridar con una de las más de 90 referencias de vinos regionales, nacionales e internacionales que ofrece Picador, el refugio mijeño que contagia las ganas de brindar invitando a descubrir la sintonía entre lo clásico y lo audaz.