Pocas ciudades del mundo pueden decir que se encuentran dentro de un parque natural, Banff en Canadá es una de ellas, por lo que se encuentra rodeada de una naturaleza impresionante.
Montañas, lagos glaciares y aventura se unen en el Parque Nacional Banff, el primero de Canadá y el buque insignia del sistema de parques del país. Banff forma parte de los Parques de las Montañas Rocosas de Canadá, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Banff tiene alguno de los paisajes más impresionantes del país norteamericano: enormes montañas con cumbres nevadas, arroyuelos que susurran mientras descienden por la montaña, enormes lagos de un increíble azul turquesa, gigantescos campos de hielo que se extienden hasta donde alcanza la vista…El Parque Nacional Banff es el ejemplo perfecto de la increíble naturaleza canadiense.
La encantadora localidad de Banff es el corazón comercial del Parque Nacional Banff
El de Banff es el más antiguo de los parques de Canadá, fundado a finales del siglo XIX (creado en 1885, fue el primero de todo Canadá, y el tercero de todo el mundo) para preservar esta encantadora zona natural a los pies de las montañas rocosas. Se trata de un lugar de ensueño, situado a apenas dos horas de la ciudad de Calgary y que hace frontera con otros parques naturales de gran importancia en Canadá, como Jasper y Yoho. No es extraño que estos parques estén declarados Patrimonio de la Humanidad por su belleza paisajística.
En Canadá se le conoce como el parque de las aguas azul turquesa y lo cierto es que se percibe que los ríos y lagos glaciares de este lugar tienen un asombroso y vivo color turquesa. La razón de este color se debe a los sedimentos de las montañas, que son arrastrados por los glaciares y que, al fundirse en los ríos, le otorgan al agua este peculiar color, que pasa por ser una de las señas de identidad de este parque.
Probablemente el mejor lugar para disfrutar de esta agua turquesa es el Lago Louise. Se trata de un pequeño lago de menos de un kilómetro cuadrado. Impresiona ver este lago entre las colosales montañas rocosas. Destaca sobre todo el Monte Victoria, coronado por el Glaciar Victoria que es, de hecho, la principal fuente de agua de este lago; y el Château Lake Louise, un hotel construido en el siglo XIX por la Compañía Canadiense de Ferrocarril.
El encantador pueblo de Banff es el corazón comercial de este parque natural. Se trata de una pequeña localidad que vive gracias al turismo y la oferta hotelera destinada a los viajeros que vienen a conocer este maravillo destino. En esta ciudad destaca la figura de la Montaña Tunel. Antiguamente se la conocía como la Montaña Búfalo, porque su silueta sugería este animal. Cuando el ferrocarril llegó a Banff se pretendía hacer un túnel por esta colina, aunque finalmente no se consiguió este objetivo.
Precisamente la Montaña Tunel es uno de los mejores sitios de Banff, donde hacer senderismo y sumergirse en la naturaleza canadiense, con los frondosos bosques y los caminos a través de las montañas. Una delicia para los amantes de la naturaleza.
El Valle de los Diez Picos es otro de los lugares que ver en el Parque Nacional Banff. Imagine el paisaje, 10 montañas de roca gris y cúspides nevadas acunando un lago de intenso color azul turquesa –el Lago Morraine- y bosques de coníferas cubriendo el resto del valle. Es una de las panorámicas más espectaculares de Banff y una visita imprescindible.
El Lago Minnewanka es otro de los lugares turísticos de Banff. Se trata de un lago glaciar junto al cual se construyó una presa, aumentando radicalmente su tamaño. Esta presa provocó la inmersión del pueblo de Minnewanka, un poblado turístico construido en el siglo XIX. En 1912 una represa cercana sumergió parcialmente el poblado. Este fue el principio del fin y más tarde, como alternativa una presa fue construida inundando completamente el área en 1941. Muchos buceadores acuden a este lago para disfrutar de la visión del pueblo abandonado y sumergido bajo las aguas.
Por último, es casi obligado cuando se visita el Parque Nacional Banff tomar la Carretera de los Campos de Hielo, al norte del parque. Se trata de una carretera que recorre los campos de hielo de los glaciares y que comunica el Parque Banff con el Parque Nacional de Jasper, situado al otro extremo de las carreteras.
El Parque Nacional Banff es el más antiguo de los parques de Canadá, fundado a finales del siglo XIX
Sin duda, Banff es el lugar perfecto desde el que explorar las Montañas Rocosas de Canadá. Rodeado por la naturaleza virgen del Parque Nacional Banff y en un punto céntrico para llegar a muchas de las principales atracciones de la región, Banff es un popular destino todo el año. A la población nativa del pueblo de 10.000 personas, hay que añadir alrededor de cuatro millones de visitantes cada año.
En verano, Banff se transforma en una verde zona virgen, perfecta para una amplia gama de actividades al aire libre. Hay cientos de rutas que explorar, desde sencillos paseos junto a los arroyos hasta extenuantes caminatas que rodean espectaculares lagos. Otra fantástica opción para explorar es la bicicleta de montaña que pueden alquilarse en el pueblo, donde también proporcionarán mapas de las mejores rutas de la zona. Otra opción es alquilar un kayak y disfrutar de alguno de los increíbles lagos de vívidas aguas azules de la zona para verlos desde una perspectiva diferente.
Y después de pasar el día pedaleando o en las pistas de esquí, salir un rato por el pueblo. Al ser un destino de vacaciones una atmósfera festiva impregna el pueblo todo el año, donde se encuentran algunas discotecas y bares excelentes.
En invierno es un lugar perfecto para los amantes del esquí ya que hay varias estaciones en los alrededores. Las pendientes en Mt Norguay, Lake Louise Ski Resort o Sunshine Village.
Mt Norguay es el favorito de los lugareños y es en el que menos gente se encuentra y que dispone de las mejores pendientes. Tanto Lake Louise como Sunshine Village tienen un número increíble de pistas entre las que elegir, con niveles para principiantes y expertos. La forma más sencilla de llegar es coger alguno de los autobuses que se ofrecen desde cualquier hotel del pueblo.
Banff no es una ciudad normal. De hecho, más que la típica suma de casas y barrios, parece una zona de servicios, con una amplia avenida donde convergen hoteles, restaurantes, tiendas…
Como en cualquier lugar donde domina el turismo, la ciudad ofrece un abanico enorme de posibilidades hoteleras y gastronómicas. Podemos encontrar desde hoteles de lujo, pasando por pensiones, hasta llegar a los campings.
Sus casi 10.000 habitantes, el 90% son residentes permanentes, y el resto viven temporalmente siempre que trabajen un mínimo de días al año en la ciudad. La regulación por parte del gobierno federal es muy estricta para llegar a establecerse en Banff, intentando evitar que se convierta en un lugar de segundas residencias y veraneo.
En Banff para descubrir todo lo que lo rodea se puede practicar, senderismo, kayak, ciclismo, pasear en caballo, hacer rafting, o incluso esquí en temporada alta…
Para obtener las mejores vistas, se puede subir a la cima de la Sulphur Mountain, a través de la Banff Gondola, unos teleféricos abiertos de mayo a octubre. También son famosos sus baños termales –Hot Springs– y las diferentes excursiones y actividades en el lago Minnewanka.