Bain & Company ha publicado una nueva actualización de sus previsiones para el transporte aéreo hasta 2030. Según los datos recogidos durante el 2º trimestre de 2024, cabe destacar…
Como en previsiones anteriores, la consultora indica que, aunque los efectos de la pandemia de COVID-19 han disminuido en los últimos años, el crecimiento del sector sigue limitado por los costes para reducir las emisiones de CO2 y las presiones inflacionistas.
La demanda de transporte aéreo en el primer trimestre de este año ha superado los niveles previos a la pandemia, y se prevé que la demanda anual de 2024 superará el total alcanzado en 2019, de acuerdo con los ingresos por pasajeros-kilómetro (RPK, por sus siglas en inglés). Bain & Company pronostica que para 2030 el RPK mundial alcanzará los 11.4 billones, lo que representaría un 136% del nivel registrado en 2019.
La previsión de la demanda intrarregional en Europa ha aumentado en aproximadamente un 1% en comparación con el trimestre anterior, lo que representa un incremento de algo más de 1.000 millones de dólares en ingresos. Se anticipa que la mayor parte de este crecimiento provendrá de los países del sur de Europa, como España, Italia y Turquía.
Las mejoras en las previsiones macroeconómicas han elevado en un 3% las perspectivas de demanda de viajes intrarregionales en Norteamérica para 2030 en comparación con el trimestre anterior. Esto se traduce en un incremento de 4.000 millones de dólares en ingresos, según los rendimientos actuales.
En Asia, Bain & Company prevé un aumento del 55% en la demanda de viajes intrarregionales desde 2019 hasta 2030. No obstante, esta previsión ha disminuido un 5% respecto a la última actualización de la consultora, debido a una leve reducción en las proyecciones macroeconómicas de la región y a unos resultados más bajos de lo esperado en el trimestre anterior, sobre todo en el caso de los vuelos nacionales del noreste de Asia y China.
Bain & Company estima que, con las medidas actuales de descarbonización, las emisiones globales de CO2 de la industria aérea aumentarán un 3,4% para 2030 en comparación con los niveles de 2019. Esto se debe a que, aunque se prevé una reducción del 23% en las emisiones de CO2 por RPK (gracias a la renovación de la flota y al uso de combustibles sostenibles para la aviación), este avance se verá contrarrestado por un incremento del 36% en el RPK global. Para mantener el volumen de emisiones de CO2 de 2019 en 2030, la consultora sugiere implementar un impuesto adicional sobre el carbono equivalente al 5% del precio medio de los billetes de avión en todo el mundo.