CULTURALES

El arte callejero de Budapest, un lienzo urbano

Redacción | Miércoles 31 de julio de 2024

Pasear por las calles de Budapest es una experiencia envolvente en la que descubrir su rica historia junto a la impresionante arquitectura del siglo XXI.

La mezcla única de lo antiguo y lo moderno define el carácter de Budapest, donde los edificios abandonados y en ruinas son una imagen habitual. Gracias a la creatividad de los artistas, cada vez más muros lisos se convierten en obras de arte monumentales que revitalizan estas estructuras desgastadas. Siendo el principal propósito convertir los espacios públicos en auténticas galerías de arte. Los ejemplos más abundantes e impresionantes se agrupan en el Barrio Judío, en el Distrito VII de Budapest.

El Distrito VII se ha convertido en uno de los barrios de moda de Budapest. Tras la II Guerra Mundial, muchos edificios permanecieron en mal estado durante décadas hasta que Budapest decidió revitalizar esta zona céntrica, invitando a artistas de todo el mundo a transformar estas ruinas con murales contemporáneos. Pasear por las calles del Distrito VII es como asistir a una vibrante exposición de arte al aire libre y una forma única de explorar la ciudad.

Una guía de murales y grafitis

Cerca de la sinagoga de la calle Rumbach Sebestyén se encuentra un impresionante retrato de la emperatriz Isabel de Habsburgo, la cual da nombre al barrio, Erzsébetváros o «Ciudad de Isabel». A breve distancia un enorme mural conmemora la legendaria victoria futbolística de Hungría sobre Inglaterra en 1953, con la acción representada junto a un antiguo titular de periódico.

Al otro lado de la calle, un mural de un cubo de Rubik insinúa la solución del rompecabezas, una obra pintada en 2014 para conmemorar el 40 aniversario del Cubo de Rubik y el 70 cumpleaños de su inventor, el húngaro Ernő Rubik. El mural en sí es un rompecabezas visual, compuesto de pequeños círculos vibrantes en un estilo posterizado.

Un poco más allá, el artista español Okuda rinde homenaje, con un colorido mural, al «Ángel de Budapest», el diplomático español Ángel Sanz Briz, que salvó a muchos judíos húngaros de la deportación durante la II Guerra Mundial. Por otro lado, debido al actual papel del distrito como centro de ocio nocturno, el mural del artista británico Luke Embden, promueve la tolerancia e invita a los fiesteros a «amar al prójimo».

En la calle Kertész 27, el mural del español Dan Ferrer, inspirado en Alicia en el País de las Maravillas, representa a una niña que se libera de sus ataduras, simbolizando la esperanza en el futuro. Mientras que, si gira por la calle Wesselényi, en el número 40, se encuentra una recreación a gran escala de la portada de la revista Time de 1956, que premiaba a un luchador por la libertad húngaro como «Hombre del Año». Este mural rinde homenaje a los jóvenes héroes del levantamiento antisoviético.

Más allá de las paredes

El arte en Budapest no se limita solo a la pintura, también hay esculturas repartidas por toda la ciudad. Un ejemplo de ellas es La Princesita del escultor László Marton, obra en la que representa a su propia hija. Se trata de una estatua de bronce creada en 1972 y situada junto al río Danubio. Por otro lado, recientemente, el artista húngaro-ucraniano Mihajlo Kolodko ha diseñado esculturas asombrosamente realistas.

Es posible que los visitantes reconozcan a la Rana Gustavo, en la plaza Szabadság, mientras que en la calle Falk Miksa utca, se ubica otra famosa escultura del detective de televisión Columbo. Cercano a este, acompaña la escena una pequeña estatua de una ardilla delineada con tiza, como si estuviera en la escena de un crimen con un revólver en su pata. A los pies de Columbo se sienta su fiel amigo perruno, completando el humorístico cuadro. Otra de estas obras con un toque ingenioso es la estatua de bronce del compositor Franz Liszt en el Aeropuerto Internacional Liszt Ferenc de Budapest, fuera de la terminal 2A. Se muestra sentado sobre su maleta, como si estuviera a punto de emprender un viaje.

El Distrito VII, corazón de este vibrante movimiento, es una visita obligada, con murales que cuentan la historia evolutiva de la ciudad. Sin duda una aventura artística inolvidable.

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