Muchos viajeros ya han hecho las maletas y otros están todavía planeando itinerarios en los que desconectar. Entre los infinitos destinos posibles para unas vacaciones estivales memorables, el municipio de Setúbal en Portugal se erige como el destino perfecto para unir diferentes planes, paisajes y gastronomía en una misma escapada.
Ubicado a 40 kilómetros de Lisboa, entre el precioso Parque Natural de Arrábida y el Estuario del Sado, Setúbal comprende la encantadora ciudad marinera del mismo nombre y sus alrededores naturales, donde encontrar algunas de las playas más bonitas del país vecino.
Playas de ensueño entre el mar y la montaña
Las playas de Setúbal son un paisaje de parada obligatoria en cualquier momento del año, pero, en verano se convierten en el rincón perfecto para descansar y refrescarse en las aguas del Atlántico. Recorriendo la costa siguiendo el Parque Natural de Arrábida, se suceden las pequeñas calas de arena dorada bañadas por el océano, donde destacan sus característicos tonos aguamarina. Desde Portinho de Arrábida, uno de los arenales más grandes ─y con restaurantes de calidad donde saborear el mejor pescado fresco de la región a pie de playa─, hasta llegar a Figueirinha, pasando por otros preciosos recovecos como las playas de Galapos, Coelhos o Galapinhos, considerada en 2017 como Mejor Playa de Europa.
Todas ellas presumen del mejor entorno natural con la sierra de Arrábida a sus espaldas, convirtiendo a las playas de la zona en refugios naturales únicos. Una zona protegida que es, además, hogar de los golfinhos locales, la comunidad de delfines salvajes de Setúbal (una de las únicas de Europa) que pasa sus días entre las aguas de la desembocadura del Sado.
Pescado fresco, quesos y ostras con vistas al mar
Tras un día completo de relax con vistas al mar, nada mejor que continuar conociendo Setúbal a través del paladar. El destino destaca sobre manera por su increíble producto fresco, como el choco o las ostras, de las que Setúbal fue uno de los grandes productores internacionales durante años, una tradición patente en el municipio. Tanto es así que las ostras en Setúbal se pueden degustar incluso en food trucks a pie de playa.
Salmonetes, sardinas, caballa, pulpo, besugo, jurel o rape completan el listado de manjares que poder probar en Setúbal. Además de degustar la gastronomía en sus restaurantes, tampoco puede faltar una visita a su Mercado do Livramento, centro de la vida de la ciudad y un imprescindible para hacerse con el mejor producto fresco y, de paso, maravillarse con sus azulejos del siglo XIX, un icónico panel conformado por más de cinco mil piezas.
De la playa a la bodega
En Setúbal, más allá de perderse por sus calles llenas de encanto, su paseo marítimo o monumentos como el Convento de Jesús, una de las paradas imprescindibles está en sus bodegas. La región es conocida por sus viñas y producción de moscatel, reconocido con Denominación de Origen.
Para degustar este icono local ─y uno de los caldos favoritos de las casas reales europeas desde hace siglos─ el plan perfecto incluye una visita a una de las bodegas locales. Ubicadas en encantadoras quintas, especialmente en la zona de Azeitão, antiguo lugar de vacaciones de la nobleza portuguesa, son una forma perfecta de adentrarse en la historia de la región, la tradicional producción del Moscatel y otros reconocidos vinos locales, y además probar uno de los sabores más auténticos del municipio.