Mallorca alberga un patrimonio artístico e histórico de incalculable valor. Desde los antiguos yacimientos arqueológicos, hasta las impresionantes construcciones góticas, esta isla balear ofrece un viaje fascinante a través del tiempo, la historia y el arte.
Son Fornés: Huellas de la Prehistoria
El recorrido comienza en el yacimiento arqueológico de Son Fornés, ubicado en el municipio de Montuïri. Este sitio prehistórico, que data de la Edad del Bronce y del Hierro, ofrece una visión única de la vida y la cultura de los antiguos habitantes de la isla. Son Fornés no solo es un testimonio de la prehistoria mallorquina, sino también un lugar de referencia para los estudios arqueológicos en el Mediterráneo.
Santuario de Lluc: Centro espiritual y artístico
El Castillo de Capdepera: el Medievo en el Mediterráneo
La Catedral de Palma: La joya del gótico mallorquín
Todo recorrido por el patrimonio artístico de Mallorca debe pasar por una visita a la majestuosa Catedral de Palma, también conocida como La Seu. Este emblemático edificio, construido sobre los restos de una mezquita árabe, es uno de los más altos exponentes del arte gótico en España. Su construcción comenzó en el siglo XIII y se prolongó durante varios siglos, lo que se refleja en la diversidad de estilos arquitectónicos que presenta. Entre sus elementos más destacados se encuentran el gran rosetón, conocido como el Ojo del Gótico, y la intervención modernista de Antoni Gaudí a principios del siglo XX, que añadió un toque contemporáneo a esta joya histórica.
Otros ejemplos góticos a destacar en la capital de la isla son, por ejemplo: El Castillo de Bellver, fortaleza gótica del siglo XIV, situada en Palma, que es uno de los pocos castillos de planta circular en Europa. El Palacio Real de la Almudaina: Ubicado junto a la Catedral, que fue originalmente una fortaleza musulmana y posteriormente convertida en residencia real tras la conquista cristiana, combinando así elementos góticos e islámicos. Y la Lonja de Palma, magnífico ejemplo de la arquitectura gótica civil del siglo XV, diseñada por el arquitecto Guillem Sagrera.
Desde los restos de antiguas civilizaciones hasta los monumentos que han sobrevivido al paso de los siglos, Mallorca es un testimonio vivo de la evolución del arte y la historia en el Mediterráneo.