Para tener un bronceado ideal lo mejor que puede hacer es comenzar a preparar su piel desde ya.
Y hacerlo por dentro y por fuera, protegiendo y nutriendo sus capas más profundas antes, durante y después de la exposición solar.
Algo que conseguirá gracias a los siguientes nutrientes
Zanahoria: un autobronceador natural
La zanahoria es uno de los bronceadores naturales más conocidos. Su aceite esencial posee los más importantes principios activos para la belleza de la piel, el bronceado y el cuidado después del sol.
Esto se debe a que en la zanahoria encontramos una gran cantidad de carotenoides, que activan la producción de melanina.
Entre los principales carotenoides que se encuentran en la zanahoria están el betacaroteno, que protege frente a lesiones cutáneas, la xantina y la luteína, que son poderosos antioxidantes.
Así, antes de la exposición al sol, el aceite esencial de zanahoria prepara la epidermis suavemente y ayuda a fortalecer su resistencia a los rayos ultravioletas. Además, proporciona brillo y da uniformidad el color de la piel.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de St. Andrews en el Reino Unido ha demostrado que el grado de coloración de la piel depende de la cantidad de carotenoides ingerida y que un tiempo corto es suficiente para, por un lado, producir un cambio significativo en el tono de la tez y, por el otro, tener un aspecto más saludable.
Por lo tanto, el aceite esencial de zanahoria es recomendable tanto antes de tomar sol, ya que estimula la creación de melanina, como después, pues gracias a sus propiedades antioxidantes ayuda a regenerar y darle una mayor suavidad a la piel.
Tomate: una gran defensa frente al estrés oxidativo
Un estudio de las universidades de Newcastle y Manchester en Inglaterra comparó la piel de personas que consumieron pasta de tomate con otras que tomaron aceite de oliva y se comprobó una mejora del 33% en la protección contra quemaduras solares en aquellos que contaban con el licopeno del tomate en su dieta.
Aguacate: hidratación, protección y reparación
El aceite de aguacate es conocido por hidratar y suavizar los tejidos de la piel.
Es rico en ácidos grasos esenciales como el omega-3 y en vitaminas, pero también contiene elementos que le hacen destacar como un nutriente perfecto para proteger y cuidar de la piel. Concretamente:
Fitoesteroles: regeneran la piel y estimulan la producción de colágeno, retrasando así la aparición de los signos de envejecimiento como flacidez y arrugas.
Vitamina E: un antioxidante natural que neutraliza el envejecimiento prematuro.
Luteína: carotenoide que absorbe los rayos UV y ayuda a la piel a protegerse de sus efectos dañinos.
Vitamina D o “vitamina del sol”: se sintetiza durante la exposición al sol. Curiosamente, numerosos estudios apuntan a una deficiencia cada vez mayor dentro de la población europea.
Borraja: labor antienvejecimiento
Recientes estudios demuestran que el aceite de borraja permite frenar el proceso de envejecimiento y la formación de arrugas; devolviendo elasticidad, flexibilidad y tonicidad a los tejidos.
Y al igual que el aguacate, también contiene fitoesteroles y vitamina E.
Onagra: regulación del equilibrio metabólico
Su consumo permite:
Frenar el envejecimiento de las células de la piel.
Hidratar y revitalizar en profundidad la piel.
Favorecer la elasticidad de la piel.
Prevenir el desarrollo del acné.
(Extraído de https://www.facebook.com/saludnutricionbienestarcom)