Buscar algún punto alto, ya sea un mirador natural, una torre o una azotea para ver el skyline de la ciudad es uno de los planes favoritos de muchos viajeros. Las vistas panorámicas permiten hacerse una idea de cómo es la ciudad, además de dejar fotos increíbles para el recuerdo. Con su encantador casco antiguo, sus impresionantes monumentos históricos y su pintoresco paseo marítimo, Palma ofrece una variedad de lugares desde los cuales disfrutar de vistas panorámicas incomparables de la ciudad y sus alrededores. Estos son cinco ejemplos.
Las terrazas de la Seu
La Catedral de Palma es una visita que por sí sola merece el viaje a la ciudad. Se trata de una de las catedrales góticas más espectaculares del mundo, con una ubicación simplemente extraordinaria, con su silueta reflejándose en el Parc de la Mar y definiendo totalmente el skyline de la ciudad. Las vistas desde sus terrazas, que abren al público de mayo a octubre, merecen la pena. A pesar de que hay que subir más de 200 escalones en forma de caracol para acceder a ellas, el recorrido permite admirar el mar Mediterráneo, estar cerca del campanario y descubrir otra perspectiva del rosetón mayor, que cuenta con más de 1.100 piezas de vidrio.
Ubicado en la Avenida Jaime III, una de las vías más concurridas y céntricas de la ciudad, este hotel de 57 habitaciones guarda en su novena planta su secreto más exclusivo, una espectacular terraza con vistas al mar y a la ciudad. Una azotea desde la que se divisan los principales monumentos y atractivos de la ciudad, como la Catedral de Mallorca, el Castillo de Bellver, el puerto y la bahía de Palma. Durante el día, solo los clientes pueden disfrutar de ella, así como de la piscina infinita de 12 metros de longitud y sus cómodas hamacas. Al atardecer, cualquiera es bienvenido para disfrutar de unas copas y de buena música con vistas inigualables.
Desde un llaut eléctrico
Disfrutar de la bahía de Palma y admirar el skyline de la ciudad desde el mar es posible gracias a las experiencias de Medvolt Club. Lo mejor es que se navega en un cómodo llaut (embarcación típica mallorquina) 100% eléctrico, sin ruido ni emisiones. Entre sus diversos planes, se encuentra uno que permite embarcarse en una experiencia única al atardecer durante tres horas frente a la Catedral de Palma. El llaut tiene capacidad para siete personas, cuenta con patrón profesional, equipamiento de esnórquel, tabla de pádel surf, sea scooter eléctrico y bebidas y aperitivos. Un plan único para una panorámica muy singular de Palma.