Restaurante Lafayette es, desde 2008 y por indiscutibles méritos propios, uno de los decanos de la cocina francesa en la capital. Además, durante todo el año, y de manera especialmente disfrutable cuando llega el buen tiempo, puede presumir de tener una de las terrazas con jardín más bonitas de Madrid. Totalmente acondicionada —su lona es abatible— y rodeada de vegetación, comparte el encanto provenzal de este restaurante. Con solo ocho mesas, separadas entre sí para que los comensales tengan privacidad, resulta un espacio idóneo tanto para encuentros románticos como para almuerzos de trabajo o comidas de grupo. El jardincito de esta antigua lechería de Chamartín, remodelado con exquisito gusto, vuelve a ser un rincón perfecto para los amantes de las mejores terrazas de Madrid —es uno de los pocos franceses que cuenta con una, de hecho—. Y, por supuesto, de los vinos galos más singulares y con mejores precios, la especialidad del fundador y jefe de sala del espacio, Sébastien Leparoux.
NUEVOS PLATOS EN UN JARDÍN DE ALMA PROVENZAL
EL BRUNCH, MEJOR EN LA TERRAZA
El brunch que acaba de lanzar Lafayette, disponible los domingos de 11.30 a 13.30 h, también se sirve en su deliciosa terraza, aunque, por supuesto, puede reservarse en el interior del local, también muy conocido por su especial atmósfera. Arranca con una generosa selección de entrantes: gazpacho de remolacha con virutas de queso Comté, un croissant relleno de salmón ahumado y aguacate con aliño de mostaza, una brocheta de piña y frambuesa con menta y chocolate, un bol de yogur con fresas en almíbar y una selección de quesos galos. A continuación, un plato principal: los huevos benedict, con su salsa holandesa; una crepe de ratatouille, plena de sabor; la hamburguesa Lafayette, un best seller, o un Croque Monsieur con confit de pato trufado. Para acabar comme il faut, se escoge entre dos postres: una minimilhoja de créme brûlée o un minisablé de limón con tejas de merengue. El brunch de Lafayette incluye café o infusión y zumo de naranja natural.