Galván estará acompañado en el escenario por María Marín a la guitarra y cante, Antonio Moreno a las percusiones, Juan Jiménez Alba a los vientos y con la peculiar voz de la abogada Paquita Cobos Gil.
DREAM, ANAGRAMA DE MADRE, ES UN ¿ESPECTÁCULO? QUE INDAGA EN LAS RELACIONES MATERNO FILIALES…
Y es que DREAM no es un espectáculo de danza al uso, ni es un espectáculo de flamenco al uso, ni es una obra dramática al uso; que de todo eso hay y de algunas cosas más…
DREAM es una creación (idea y dirección) de Natalia Menéndez, y es una creación (que también), coreografía e interpretación de Israel Galván, que va de sensaciones, emociones, dudas y temores que producen las relaciones madre-hijo o hijo-madre, algo que ha estado presente en la historia (aunque DREAM no es una historia al uso) de la dramaturgia, desde los griegos, en mitos como Electra, Medea, Clitemnestra… hasta nuestros días, con distintos enfoques, más o menos modernos, eclécticos o atrevidos…
Pues todo esto o así se ha presentado en el Patio de Luces del Teatro Español, sobre cuyas tablas de la sala principal se podrá ver, oír y sentir… desde el 17 al 26 de mayo.
BAILAR LA PALABRA
Israel Galván (Premio Nacional de Danza 2005) reconoce que se enfrenta a algo que nunca había hecho, BAILAR LA PALABRA, y como muchas veces se cansa de bailar (“Es que no me gusta bailar”), esta vez se quita al bailaor de encima y crea una monstruo que daba vueltas por su cabeza desde hace algún tiempo y se convierte en madre-hijo o en hijo-madre, e incluso en ninguno de los dos y los dos a la vez, porque hay momentos que no sabe diferenciar quién es uno y quién es la otra, eso le tocará al público decidirlo…
SOBRE DREAM
Nace desde una premisa de performance, DREAM, anagrama de MADRE, es una apuesta por indagar sobre la relación materno filial.
La maternidad, entendida como un proceso biológico que nos equipara al resto de nuestros compañeros animales —no solamente mamíferos—, puede teñirse de connotaciones afectivas tan próximas al amor como al odio —o, muy a menudo— despertar sentimientos que combinan, más allá de cualquier racionalidad, esas y muchas otras pulsiones.
Esa confusa y radical mezcla de sensaciones puede asemejarse a un sueño DREAM/ MADRE. O, quizás, a una pesadilla.
Llegan a nuestros oídos expresiones propias de madres en canciones susurradas o que nos llegan a agotar; con sonidos pellizcados, materialidad fonética más allá del contenido. Nos arrulla la nana que nos estremece y la leche que nos agita. Bailar la voz y romper las aguas. Vienen al mundo apasionadas las distintas percusiones, los pitos y el cuerno que llora persistente como un bebé que queremos acallar.
Con este ritual —entre la invocación y el exorcismo—, que en realidad es el más viejo del mundo, se vuelve a escenificar ese pleito infinito en el que la madre es simultáneamente acusada y defendida, abogada y fiscal.
El juicio, ya lo sabemos, está perdido. Sólo nos queda salirnos de madre.
En DREAM, afirma Menéndez, “surge la pregunta sobre cuánto tenemos de animales y cuánto tienen los animales de nosotros. En el escenario se trabajan sonidos nuevos, cotidianos, infantiles unidos a materiales opacos, translúcidos, viscosos, ruidosos, etc., para ir de lo más ligero a lo más profundo del inconsciente. Todos estos elementos son jugados con la extraordinaria singularidad de la coreografía de Israel Galván. Él consigue ofrecernos distintas madres e hijos y no saber por momentos quién es quién, porque no se pretende contar una historia. Se trata de crear sensaciones y emociones dispares, sin juicios y con vértigo”, añade.
Menéndez y Galván han contado con María Marín a la guitarra y cante; Antonio Moreno a las percusiones; Juan Jiménez Alba a los vientos; y con la peculiar voz de la abogada Paquita Cobos Gil. En cuanto al equipo artístico, han intervenido Miguel Álvarez-Fernández (asesor musical), Valentín Donaire (iluminación), Pedro León (diseño del espacio sonoro), Micol Notarianni (vestuario), Pepe Barea (diseño de escenografía) y Ana Barceló (ayudante de dirección).
DREAM es una coproducción del Teatro Español e IGalvan Company.