Marsella es el mar, el fútbol, el pastis, la petanca... ¡y mucho más!
Lugares y proyectos insólitos que se encuentran en la ciudad, para todos aquellos que ya han estado en Marsella y que quieran explorarla más profundamente.
LA MAUMA, UN MUSEO AL AIRE LIBRE
En el norte de Marsella, lejos de la parte turística del Puerto Viejo, el barrio de Saint-Mauront ha visto surgir un nuevo y original museo: gigantescas obras de arte callejero llenan las paredes, todas creadas por artistas o colectivos, algunos habitantes del barrio.
Solo hay que pasear y levantar la mirada para contemplar esas obras, que cuentan cada una la historia y representan la identidad del barrio.
RESTAURANTES SOLIDARIOS
O cómo deleitar su paladar apoyando una causa importante de su elección: En el Café Joyeux, que acaba de abrir a dos pasos del Puerto Viejo, la mayoría del personal del comedor y de la cocina son empleados discapacitados.
En al République y en la pizzería Mia Bella, las personas necesitadas pueden disfrutar de una comida gourmet por 1€ simbólico. En Les Beaux Mets, Marsella es la única ciudad de Francia que ha abierto un restaurante en el corazón de su prisión, donde los empleados al final de su condena aprenden un trabajo (en el comedor o en la cocina), para facilitar su reinserción.
En Marsella hay muchos artesanos locales que le abrirán sus puertas para mostrarte sus habilidades: lo primero que le vendrá a la mente son los famosos jabones de Marsella, cuyas antiguas fábricas aún pueden visitarse.
¡Es la ocasión de descubrir los 4 ingredientes secretos de la fabricación del jabón! Pero Marsella también son los santons, esas figuritas de barro que se colocan en el belén de Navidad, o las bolas de petanca que se fabrican aquí mismo para el más famoso de los deportes marselleses.
En una ciudad de más de 850.000 habitantes, es importante ofrecer lugares donde tomar el aire, disfrutar de grandes jardines, hacer picnics o pasar tardes de farniente... y esto es posible en los 38 espacios verdes que componen la oferta marsellesa, repartidos por toda la ciudad.
Todos tienen algo más que ofrecer, desde clubes hípicos hasta las numerosas pistas de petanca a la sombra de los pinos, sin olvidar los jardines botánicos para los amantes de las plantas y flores diversas. Del norte al sur de la ciudad, hay un lugar fresco para todos.
¿Quieres descubrir los fondos marinos de una forma original? En Marsella, el Museo subacuático expone 10 esculturas de 10 artistas diferentes, a tan sólo 4 metros de profundidad, para que todos puedan admirarlas sin escafandra.
En la Plage des Catalans, justo detrás del Puerto Viejo, solo tienes que nadar unos cincuenta metros para poder admirar libremente estas obras, algunas de las cuales están ahora habitadas por la fauna marina en este original museo.