TURISMO INTERNACIONAL

La planta siderúrgica de Völklingen (Alemania) celebra 30 años como Patrimonio de la Humanidad

Redacción | Viernes 15 de marzo de 2024

Hace exactamente 30 años la ciudad de Quedlinburg, en Sajonia-Anhalt, y la planta siderúrgica de Völklingen, en el Sarre, fueron incluidas en la lista del patrimonio de la humanidad de la UNESCO. Conoce más detalles de la historia única de estos dos lugares que han sabido conservar su relevancia a través de los siglos.

Quedlinburg es una bonita ciudad situada a orillas del río Bode, a los pies de Harz, en el Estado federado de Sajonia-Anhalt (Alemania). Se halla a 174 kilómetros de Berlín por lo que se puede conocer en un día y volver por la noche a dormir en la capital alemana.

Quedlinbur presenta un conjunto único de mil doscientas casas de vigas entramadas levantadas a lo largo de seis siglos, la plaza del mercado, con su Ayuntamiento barroco, el castillo y la iglesia diocesana con su importante tesoro catedralicio.

Las estrechas calles de la ciudad vieja están casi enteramente compuestas por casas de vigas entramadas de los siglos XV al XVIII. Fue en 1994 cuando la Unesco declaró el conjunto del casco histórico como Patrimonio de la Humanidad.

El Patrimonio Cultural de la Humanidad de Völklinger Hütte es la única herrería del mundo del apogeo de la industrialización que se ha conservado completamente. Es uno de los más inusuales sitios del patrimonio cultural mundial de la UNESCO.

Una visita a la Völklinger Hütte es una aventura: en lo profundo de los oscuros pasillos de la Möllerhalle, en lo alto la subida conduce a las alturas de la plataforma de observación del alto horno. La introducción multimedia a la planta de sinterización te envía en un viaje a través del tiempo desde los comienzos de las obras hasta el día de hoy en el siglo XXI. Una fabulosa vista panorámica se abre desde el techo de la sala de mineral. El ascenso a la plataforma superior a una altura de 27 metros también es una experiencia: aquí es donde se llenaron las materias primas en los altos hornos. Desde 2007, el escenario superior es accesible en toda su longitud de 240 metros.

Por último, la vía del carbón con su tolva en espiral de 20 metros de largo y su plataforma de soplado te lleva a la sala de soplado con sus colosos de hierro y acero, que una vez generaron el viento que se sopló en los altos hornos. Por cierto: el recorrido está libre de barreras y lleva a lo largo de unos siete kilómetros de caminos excitantes y bien señalizados a través de las antiguas ferrerías. Horario: de abril a noviembre: todos los días de 10 a 19 horas, de diciembre a marzo: todos los días de 10 a 18 horas.

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