En una muestra más de que Grandvalira es también un destino gastronómico de altura, este fin de semana las jornadas FuegoxFuego han ofrecido una propuesta gourmet dedicada a los amantes de la buena brasa. El chef argentino, Javier Brichetto, una de las máximas eminencias del “asado argentino” en el plano internacional, se ha trasladado a los fogones de los restaurantes Racó de Solanelles del sector Encamp, y Refugio del Llac de Pessons en el sector de Grau Roig, para realizar un menú a 4 manos con los chefs de Grandvalira, Christian Moreau, Gerardo López y Juanjo Cubo. Una fusión única entre los fogones andorranos, argentinos y madrileños.
La experiencia que ha constado de dos cenas, el viernes y el sábado en Refugio del Llac de Pessons, y una comida, el sábado en Racó de Solanelles, ha reunido a cerca de 200 comensales que han podido degustar las innovadoras técnicas de brasa que el chef Brichetto tiene en sus restaurantes ‘Piantao’ de Madrid, seleccionados en el puesto número 28 y cuarto de España, de los World’s 101 Best Steak Restaurants.
La propuesta gastronómica se ha basado en carnes de la máxima calidad con carnes de Estados Unidos con la propuesta estrella de la ternera Black Angus US Meat Export Federation y el U.S. Beef, reconocida por su intensidad de sabor, y la japonesa Wagyu, probablemente la carne más exquisita del mundo y más ansiada por los paladares más exigentes. Se han podido degustar, además, en múltiples formatos, ojo de bife, entraña, costilla, picaña o chistorra, entre otros. Pero tal y como ha explicado el propio Brichetto, su propuesta de brasa no se limita a un asado argentino al uso, “hago diferentes cortes de carne, con diferentes orígenes y cocción. Desarrollamos técnicas de cocción a partir de una pirámide en la que cocinamos directamente con piezas enteras: desde una entraña americana hasta un solomillo de Wuagyu japonés, todas ellas carnes que yo trabajo en mi restaurante y que, por primera vez, se han cocinado a más de 2.000 metros de altura”.
“La gente no tiene noción de lo que supone cocinar en la nieve. Los ingredientes se transportan en una retrac que sube a la montaña. Cocinar con el fuego al aire libre y con la nieve no es solo una experiencia para mí, como cocinero, sino también para el que la vive como comensal”, reconocía el chef argentino al finalizar los servicios.
De esta manera, la cocina de altura que se hace a diario a más de 2.000 m en los diversos restaurantes de Grandvalira se ha hecho valer gracias a las Jornadas FuegoxFuego, unas instalaciones de máxima calidad en las que todo está concebido y estructurado para dar respuesta a la compleja operativa diaria. Según el chef Brichetto, justamente esta excelencia ha sido uno de los motivos para querer llevar a cabo esta colaboración: “las cocinas son de mucho nivel y el prestigio de Grandvalira ha sido mi otra gran motivación”.