Los baños públicos, que tienen un origen ancestral, son uno de los planes imprescindibles para que el viajero pueda disfrutar de una experiencia cultural que recordar para siempre. Puede ser tanto en baños públicos tradicionales como en instalaciones modernas.
Existen otras opciones como los baños privados o los baños privados en una suite de un ryokan para los más pudorosos o que quieran vivir la experiencia desde la intimidad.
Tokio, la ciudad cosmopolita que abraza tradición y modernidad, invita a los viajeros a sumergirse en el mundo tradicional nipón de relajación mediante sus baños japoneses. Después de un largo día recorriendo la capital, es muy recomendable disfrutar de un baño en aguas termales, ya que es el momento de descansar e, incluso, sentirse rejuvenecido, ya sea en sentos tradicionales y sin pretensiones, o por el contrario, o en las instalaciones más modernas al estilo resort.
Un sento tradicional es, por ejemplo, Tachikawa Spa Resort Ume No Yu, en Tachikawa. Se trata de un baño público de dos pisos fundado en 1940 donde es posible disfrutar de dos tipos de baños con ambientes diferentes. De hecho, el baño para hombres y mujeres se alterna semanalmente, y dispone de saunas, baños de rocas calientes y baños al aire libre. También cuenta con una sala donde el visitante puede sentarse a leer u observar los 12.000 cómics.
Por otro lado, como ejemplo de instalaciones modernas, se encuentra Spa LaQua, unos baños termales que se encuentran ubicados en Tokyo Dome. Un oasis de paz, de talla mundial, donde relajarse y revitalizarse en el centro de Tokio. Se distribuyen en varias plantas y tienen una gran oferta de baños, ya sea baños de interior y saunas, baños al aire libre, la denominada Healing Baden con baños sobre roca, un área donde descansar en hamacas, e incluso restaurantes. Por otro lado, para la despreocupación del visitante por el dinero, facilitan una pulsera con la que se puede mover por todo el recinto sin necesidad de llevar efectivo y poder pagar fácilmente. Es un lugar ideal para el descanso, sobre todo de adultos, ya que los niños menores de 5 años no tienen permitido el acceso. Además, no hay que olvidarse de que cada piso está destinado a un sexo, y que de esta forma, hay que entrar en los baños sin ropa. También cuentan con espacios de relajación destinados exclusivamente a las mujeres.
Sento: qué es, origen y actualidad
La cultura del baño japonesa se remonta a cientos de años. Los sentos, o baños públicos, son originarios del periodo Heian (794-1185) siendo el primero de ellos construido en 1591. Poco a poco fueron ganando popularidad después de la II Guerra Mundial, hasta el hecho de que en 1968 había más de 18.000 en todo Japón. La diferencia fundamental con un onsen es que éstos son de agua manantial natural, mientras que los sentos no lo son, puesto que se utilizaban o bien para socializar con otras personas o porque no tenían las intalaciones para bañarse en su propia casa.
A día de hoy, aunque ha descendido su popularidad, siguen siendo lugares que guardan ese tono romántico por todo lo que significan y por toda la cantidad de detalles que enriquecen la experiencia, como murales del monte Fuji o de otros paisajes clásicos japoneses que adornan sus paredes. Además, existen diferentes tipos de baños, ya sean con corriente eléctrica, agua negra de manantial y baños de hierbas.
Formas de comportarse en un sento
Otras opciones a los baños públicos para vivir la experiencia
Sobre todo si el visitante quiere disfrutar de un espacio íntimo con su pareja, o si no se siente cómodo al estar desnudo con personas que no conoce, incluso si tiene tatuajes - no en todos los baños públicos dejan entrar si se tiene -, es recomendable disfrutar de esta experiencia cultural inolvidable en su viaje a Tokio aunque no sea en baños públicos. Otras opciones son los baños privados, llamados kashikiri, o alojarse en un ryokan que tenga un baño privado en suite.