Acaba de abrir sus puertas “La Xida”, el primer restaurante de Madrid que fusiona dos de las gastronomías más populares: la mexicana y asturiana, y que ofrece una original e innovadora carta llena de sabores y colores. Un local acogedor y sofisticado que se postula como uno de los restaurantes de parada obligatoria en la capital madrileña.
Más allá del fuerte vínculo histórico que une a Asturias con México, La Xida nace de una historia de amor: una historia que comenzó cuando una chica mexicana con ascendencia asturiana decidió volver a España y, por azares del destino, acabó casándose con un asturiano afincado en Madrid. Ambos, con el apoyo de otros miembros de la familia, decidieron fusionar sus culturas, tal y como hicieran sus antepasados al dejar Asturias e instalarse en México. Así, en un tributo a lo mejor de ambas gastronomías nace La Xida, que en asturiano significa guapa y compuesta…
La carta
La fusión en la cocina de La Xida es algo único digno de probar. En su carta se pueden encontrar platos clásicos de cada país de origen, como el chorizo asturiano a la sidra o el guacamole “de mi mamá”, pero también platos que son la mezcla de ambas, como el mole rojo con pitu caleya, un pollo de corral asturiano, cocido y terminado al horno en mole rojo oaxaqueño acompañado de arroz, zanahoria, rabanillos y perejil frito; el jugo de carne preparado, que es un concentrado de caldo de carne de ternera asturiana acompañado de cebolla, chile serrano, cilantro, lima y salsas negras o la torta de cachopo “El Xidu”, el más reconocido de la carta: un cachopo entre panes con frijoles, guacamole, chipotle y tomates asados.
Por supuesto, siendo un restaurante de fusión asturiana – mexicana no podían faltar platos clásicos de cada gastronomía, como una fabada asturiana o un cachopo tradicional y, en la parte mexicana, un clásico aguachile verde del pacífico o unos increíbles chipirones a la veracruzana.
Y, como no podía ser de otra manera, la fusión asturiana mexicana también está presente en la decoración de La Xida. El local tiene un concepto de salón con cocina abierta al público, con un ambiente acogedor a la vez que sofisticado, con toques que recuerdan a México como los cactus o las lámparas que evocan a las sombrillas de Riviera Maya. Pero a su vez también está presente la decoración asturiana con una barra tradicional, perfecta para los afterworks.
Si las gastronomías de cada región por separado son maravillosas, la fusión resulta única y fascinante.