TURISMO INTERNACIONAL

Lugares imprescindibles para descubrir en Setúbal

Martes 09 de enero de 2024

El municipio de Setúbal, que abarca la ciudad homónima y la región de Azeitão, se encuentra a 40 kilómetros de Lisboa y limita al sur con el Alentejo, disfrutando de buenas conexiones con la capital, Lisboa, y el sur del país.

La reconocida oferta turística del municipio destaca por el patrimonio de su ciudad, junto a los espacios naturales que la rodean, con la sierra de Arrábida y el estuario de Sado como principales reclamos. Las playas de la zona y la fauna y flora locales son otras de las claves del destino, conocido también por su oferta de ocio activo y su gastronomía, donde el producto fresco, ostras y vinos locales son los grandes protagonistas.

Una vez celebrado el Año Nuevo llega el momento de cumplir la siempre interminable lista de propósitos. Y qué mejor modo que empezar por uno de los que nunca faltan: viajar más. El 2024 llega cargado de nuevos planes para recorrer el mundo y descubrir rincones originales, pero no es necesario escaparse muy lejos para adentrarse en uno de los destinos al que no perder de vista este año. Setúbal, a tan solo 40 minutos de Lisboa, es un destino perfecto para una escapada cercana. Estos son los imprescindibles que no perderse en el conocido como “rincón azul” portugués.

Parque Natural de Arrábida

Uno de los grandes tesoros de Setúbal es su sierra de Arrábida. Protegida como Parque Natural, destaca por sus acantilados sobre la costa, de un verde intenso, que rompen sobre las aguas de una mar turquesa, de esos que combinan con arena blanca y fina de playas de postal, como bien lo son Portinho, Galapos y Galapinhos. En el interior de la sierra, más de 40 kilómetros de senderos en los que perderse entre el verde de la naturaleza o en los que practicar deporte. El Parque Natural es también el hogar del Convento da Arrábida, originario del siglo XVI y una de las vistas más bonitas de la sierra, con sus edificios blancos enclavados en la ladera de la montaña.

Azeitão

Antiguo destino de vacaciones y desconexión de la nobleza portuguesa, los encantos de Azeitão llevan siglos dando la bienvenida a los viajeros y quizás por eso el tiempo corre de diferente manera. Esta zona de Arrábida, que comprende varios de los pueblos más bonitos de la zona, llama la atención por sus pintorescos edificios, calles empedradas y el ambiente relajado.

Azeitão es a su vez parada obligatoria para todo amante de la gastronomía que se precie. Su queijo de Azeitão, similar a una torta del casar, es uno de los bocados obligatorios en una visita a Setúbal, y los vinos y bodegas de la zona maridan a la perfección para un plan perfecto que termina con una cata del famoso Moscatel de Setúbal.

Estuario del río Sado

Si la ciudad de Setúbal está rodeada por un lado por la sierra de Arrábida, por el otro, el estuario del río Sado envuelve la ciudad en un mundo de naturaleza y diversidad. En ella destaca sobremanera la fauna de la zona: estas aguas son el hogar de los delfines −o golfinhos− de Setúbal, uno de los pocos lugares de Europa donde residen comunidades salvajes de estos animales. A ellos se suman otros como flamencos y una multitud de especies de aves. Para conocer más sobre ellos, disfrutar de una de las panorámicas más bonitas de la zona o practicar senderismo, uno de los lugares clave es su famoso Moinho de Maré da Mourisca, un antiguo molino de mareas recuperado en la actualidad como centro de interpretación.

Praça de Bocage, Convento de Jesús y perderse por el centro histórico

Para descubrir a fondo una ciudad, a veces no hay nada mejor que dejarse llevar en un paseo por sus calles. En Setúbal, el encanto de la urbe se respira en cada esquina, y uno de los mejores planes para acercarse a su espíritu es recorrerla pie. Un recorrido recomendado es empezar por el Miradouro de São Sebastião, con vistas a la bahía, para continuar por la calle Arronches Junqueiro, que desciende por la ciudad hasta su centro histórico. Desde el inicio de la calle, se encuadra una de las fotografías favoritas de los viajeros. No puede faltar en la ruta una parada en la Praça de Bocage, uno de los centros de la vida en la ciudad, y el Convento de Jesús, un ejemplo del estilo manuelino portugués que ejerce a su vez de museo de la ciudad.

Mercado de Livramento

Para adentrarse en la auténtica esencia de Setúbal, nada como una visita al Mercado de Livramento. Considerado uno de los más bonitos del mundo, un panel de azulejos del siglo XIX preside este mercado tradicional donde los puestos de pescado fresco local −uno de los grandes manjares de la gastronomía local−, frutas, verduras, quesos y dulces se siguen unos a otros para crear un ambiente único. Sin duda, una parada obligatoria para hacerse con el mejor souvenir de Setúbal: uno de sus famosos quesos o dulces, perfectos para llevarse su sabor a casa.

Fuerte de São Filipe

Para conseguir las mejores vistas de la ciudad (todavía mejor al atardecer), el lugar clave que no puede faltar en un itinerario setubalense es el Fuerte de São Filipe. Controlando la ciudad desde las alturas, este antiguo bastión defensivo originario del siglo XVI destaca por su construcción con un original diseño en 6 picas. En el interior, una capilla completamente recubierta de típicos azulejos portugueses es uno de los grandes atractivos de la fortaleza. Desde sus murallas, es posible relajarse mientras se toma un café o vino local producido en el municipio, con las vistas de la bahía de Setúbal como telón de fondo.

Los sabores de Setúbal

Si el municipio de Setúbal ya empieza a conquistar con su naturaleza e historia, acaba enamorando al viajero por el estómago. No es de extrañar cuando las ‘cartas’ de Setúbal ofrecen pescados frescos, ostras, quesos con denominación de origen, hortalizas directas de la tierra, jugosas carnes y dulces conventuales a maridar con los múltiples y ricos vinos, tan diversos que parece imposible que un municipio como tal abandere tanta diversidad en su producción de caldos.

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