La provincia de Burgos vive la Navidad de una manera especial. Valles nevados, olor a chimenea, asados y lechazos. Belenes vivientes, árboles de Navidad gigantes, pistas de hielo, mercados navideños… Laponia en plena sierra burgalesa. Pero hay un evento que cada año se realiza partiendo del pueblo de Pineda de la Sierra en el que solo pueden participar los senderistas y aventureros: el ascenso al Pico Mencilla. Una ruta por la Sierra de la Demanda que, el domingo antes de Navidad, se ha convertido ya en una tradición entre las gentes del lugar para celebrar la llegada de dicha celebración de la forma más sagaz posible, ascendiendo a 1.932 metros.
15 Diciembre 2015
Los Belenes vivientes de Torregalindo o Quintanilla del Agua. Los árboles de Navidad al natural en el antiguo vivero municipal entre Quintanilla del Rebollar y Espinosa de los Monteros, pistas de hielo en Burgos capital, Feria de Navidad en Miranda de Ebro, Mercado Navideño en Briviesca… la provincia de Burgos se convierte en la segunda morada de Papa Noel durante las fiestas de Navidad. Cientos de eventos en todos sus pueblos y ciudades amenizan a públicos de todas las edades durante prácticamente dos meses de celebraciones.
Pero hay una tradición, que se remonta a finales de la década de los 40, que cada año congrega a decenas de personas ávidas de emociones fuertes y de ver hasta dónde puede llegar su cuerpo: el ascenso al Pico Mencilla, en plena Sierra de la Demanda. En todas sus ediciones, el domingo antes de Navidad –este año el 20 de Diciembre-, avezados aventureros y senderistas procedentes de diversos puntos de España se congregan en la iglesia románica de Pineda de la Sierra para bendecir su Belén antes de poner rumbo al Pico Mencilla, situado a 1.932 metros de altura, como forma de dar la bienvenida a la Navidad.
Una tradición de más de medio siglo de antigüedad en la que se puede ver cómo los montañeros más experimentados suben el Belén de la iglesia hasta la cima con una mochila adaptada. Un homenaje a la naturaleza en la que cada participante tiene su propio motivo. Ya sea por temas religiosos, por simple tradición o por relacionarlo con el solsticio de invierno, la subida al Pico Mencilla constituye un itinerario espectacular gracias a sus paisajes y diferentes puntos de interés patrimonial, pero también es un duro viaje, con ascensiones muy verticales.
Una ruta por la que se pueden ver lugares como la ermita del Santísimo Cristo, el refugio Esteralvo y su área recreativa o la Vía Verde del Ferrocarril de la Sierra de la Demanda; disfrutar de las vistas del Pantano de Arlanzón, las de la propia Sierra del Mencilla y de la Demanda, el pueblo de Tinieblas o la comarca de Lara, entre otros puntos de interés. Una forma diferente de recibir la Navidad entre nieve, panorámicas y la naturaleza en estado puro.