A una hora de Barcelona y a tan solo ocho kilómetros de Tarragona, el hotel boutique Mas La Boella es el alojamiento perfecto para una escapada, el regalo perfecto para todos en estas navidades. Ubicado en una finca del siglo XII con un entorno natural inigualable, el hotel invita a relajarse en una de sus 13 suites exquisitamente decoradas con mobiliario de diseño único y amplios ventanales.
Las habitaciones, que cuentan también con exclusivos amenities de la firma Natura Bissé, prensa ilimitada, carta de almohadas y camas tamaño king size, están divididas en dos edificios, el Mas Vell, de estilo contemporáneo con diseño refinado; y el Mas Nou, con encanto vanguardista. Ocho de ellas tienen, además, balcón y dos, una amplia terraza privada, ideal para disfrutar del privilegiado clima Mediterráneo.
Regalar una estancia en Mas La Boella también es obsequiar una experiencia llena de armonía donde, además del confort y la atención personalizada, permite disfrutar de paseos entre los bellos jardines y relajarse en un entorno natural único, tomar un descanso o disfrutar de una relajada lectura en la biblioteca y, cuando el clima lo permita, desconectar y disfrutar de la tranquilidad de la zona de la piscina exterior, con cómodas tumbonas y una carta de bebidas y aperitivos para hacer el momento aún más apetecible.
Ideal para descubrir la identidad gastronómica de la zona y vivir la esencia mediterránea con todos los sentidos, el Restaurante Espai Fortuny cuenta con producto de proximidad de calidad excepcional, un servicio de lujo y un final para el recuerdo en uno de los enclaves más singulares de la Costa Daurada. Todo ello, elaborado por el chef Manuel Ramírez.
Más allá del hotel
La Costa Dorada es un destino vibrante que ofrece múltiples planes para disfrutar durante una escapada a Mas La Boella. Desde un día cargado de adrenalina y diversión en PortAventura o Ferrari Land hasta una experiencia enoturística en cualquiera de las cinco denominaciones de origen propias de la demarcación de Tarragona: Tarragona, Priorat, Terra Alta, Conca de Barberà y Monsant, además de la D.O. Penedès, compartida con la provincia de Barcelona.
La ciudad de Reus tiene un estilo arquitectónico y decorativo del Modernismo, propio de 1900. El esplendor económico y cultural de aquel momento transformaron su arquitectura hasta convertirla en la ciudad modernista digna de ser visitada. Asimismo, se podrá realizar la visita guiada «Vermú y tiendas con historia» para conocer los establecimientos más antiguos de la ciudad, seguido de la visita al museo del Vermú para acabar tomando un vaso de esta tradicional bebida en la terraza del propio establecimiento.
Por su parte, Tarragona, conocida por sus tradiciones y fiestas, es referencia el mundo casteller, fiestas populares como Santa Tecla y tradiciones como Semana Santa. Además, se puede disfrutar de sus construcciones arqueológicas constantes, como el anfiteatro romano, el circo, el pretorio, el teatro o el acueducto de Les Ferreres.