La región portuguesa ofrece planes creativos y diferentes con los que el viajero puede mantener sus mejores intenciones en el nuevo año.
Con el nuevo año a la vuelta de la esquina, es un buen momento para hacer balance de los últimos doce meses, establecer prioridades y fijar nuevas metas. Como puede ser viajar, una de las favoritas de muchos. El Alentejo —la región más extensa de Portugal— ofrece un sinfín de posibilidades para convertir la clásica lista de propósitos de todos los eneros en una experiencia memorable y especial.
Hacer más deporte
Cada enero, los gimnasios reciben una oleada de nuevas matriculaciones, pero la mejor palestra que existe es al aire libre. No hay nada como respirar a pleno pulmón mientras se recorre alguna de las rutas del Alentejo, con itinerarios adaptados para ciclistas y tramos que regalan algunos de los paisajes más bellos de la región a los entusiastas del senderismo y el trail running. Quienes prefieran las actividades acuáticas tampoco tienen excusa, pues los deportes náuticos pueden practicarse tanto a lo largo del litoral atlántico como en los ríos y lagos del interior. Hacer surf en Vila Nova de Milfontes o navegar a vela en Sines, ¿puede haber mejor forma de mantenerse activo?
Comer más sano
Mejorar la alimentación es uno de los objetivos más recurrentes al inicio de cada año. Mantener una dieta sana y equilibrada, evitando los ultraprocesados, es muy fácil en el Alentejo: su gastronomía se basa en platos tradicionales y caseros elaborados con la mejor materia prima de proximidad. Siguiendo sus rutas enogastronómicas “De la tierra a la mesa”, los viajeros tendrán la oportunidad de conocer de primera mano los productos y procesos sostenibles que dan lugar a los exquisitos sabores alentejanos y comer sin renunciar a su propósito.
Vivir emociones fuertes
Volar en globo para ver la tierra a vista de pájaro es una de las actividades que hay que hacer al menos una vez en la vida. ¿Y por qué no este año? Emotion Portugal organiza paseos para sobrevolar la llanura alentejana y ver sus colores bajo la especial luz del amanecer, con el reflejo del sol lanzando destellos desde la superficie del lago de Alqueva. También hoteles como L’AND Vineyards ofrecen esta experiencia que combina la adrenalina del vuelo con la calma del entorno; una opción idónea para animarse a salir de la zona de confort.
Crear recuerdos inolvidables
Conectar con uno mismo
La motivación de comenzar un nuevo año proporciona una oportunidad perfecta para trabajar en la relación con uno mismo. Una de las mejores formas de que cuerpo y mente vuelvan a estar en sintonía es hacer un pequeño retiro entre olivos y alcornoques, dedicando unos días a disciplinas como la meditación, el yoga o el pilates en Quinta do Comporta, que organiza experiencias wellness de varios días; o entregándose al descanso absoluto con las terapias del sueño de Sleep & Nature.
Comenzar un nuevo hobby
Diversos informes confirman que cultivar un pasatiempo es clave para reducir el estrés y desarrollar la creatividad. Un viaje por el Alentejo, tierra de lo artesanal y la tradición, brinda la excusa perfecta para iniciarse en posibles nuevas aficiones. Desde modelar y pintar cerámica en las fundaciones y talleres de Odemira, una de las localidades con una mayor tradición alfarera de Portugal, hasta aprender a hacer un vino propio en la Herdade do Rocim.
Hacer la ruta 66… portuguesa
Para muchos viajeros recorrer la famosa ruta 66 es un sueño por cumplir, pero también puede hacerse un road trip similar en el país vecino. La carretera N2, que atraviesa Portugal de sur a norte (o viceversa) muestra en su paso por el Alentejo la cara más rural de la región. Encantadoras localidades como Montemor-o-novo o Ponte de Sor, la meca de las elaboraciones de corcho, motean el cambiante paisaje que se despliega a lo largo del viaje. ¿Un consejo? Aprovechar los altos del camino para probar la exquisita gastronomía alentejana.