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La revolución de la Medicina Integrativa

Redacción | Martes 05 de diciembre de 2023

En los últimos años estamos asistiendo a una corriente de rechazo hacia el universo cerrado de la medicina oficial. Una protesta contra los medicamentos empleados por los tratamientos convencionales, a veces repletos de químicos que no hacen sino aumentar el malestar del paciente, pero también contra la forma en la que esa medicina entiende al propio cuerpo: como algo que puede ser fragmentado en múltiples especialidades médicas.

Por el contrario, la Medicina Integrativa concede un lugar específico al ser humano. Y sus tratamientos, a diferencia de los convencionales, buscan fortalecer al organismo usando sus propios mecanismos de defensa. Todo de forma natural.

En la Medicina Integrativa el reequilibrio energético, la denominada “homeostasis”, es crucial. En ella, el paciente es entendido como un todo (a nivel físico, mental y espiritual), además de parte activa de un tratamiento que siempre tiene en cuenta su situación particular.

Otra medicina es posible

El V Congreso de Medicina Integrativa, celebrado hace unos días en Valencia, confirma el creciente interés por esta medicina holística.

Pese a que lleva realizándose solo 5 años, desde que la Sociedad Española de Salud y Medicina Integrativa (SESMI) lo pusiera en marcha para impulsar el cuidado y la atención del paciente en su totalidad, utilizando recursos médicos clásicos, alternativos y complementarios, es muchísimo lo que se ha avanzado.

Tanto dentro del ámbito de los profesionales médicos, como de los propios pacientes que se benefician de esta medicina integrativa.

Hasta el punto de que se estima que actualmente la mitad de la población española ha utilizado alguna vez terapias alternativas para complementar los tratamientos médicos clásicos.

Las más comunes son la homeopatía, que emplea un 35% de los pacientes encuestados, seguida de la acupuntura y la fitoterapia, que aplica en torno a un 30%. Y algunas de estas técnicas cada vez cobran más protagonismo dentro del propio entorno hospitalario, con médicos que las emplean junto con los tratamientos convencionales.

Un profundo malestar en el sistema médico

Es fácil entender por qué cada vez más médicos se interesan por la Medicina Integrativa.

Conscientes de la brecha que se está abriendo entre el discurso que siguen las facultades de medicina más convencional y el pensamiento de buena parte de la sociedad, estos profesionales de la salud buscan mejores alternativas para la comunidad en general.

Y aunque muchas de las terapias que se emplean para completar los tratamientos convencionales continúan en el punto de mira de algunos poderes públicos, obsesionados por unificar la atención médica, no hay que perder la esperanza. La población en general es cada vez más consciente de todo el potencial que ofrece.

Asimismo, no hay que olvidar que ese creciente interés por la Medicina Integrativa también es consecuencia de que los tratamientos convencionales no pueden frenar el sufrimiento asociado a ciertas enfermedades, pero también a algunos procedimientos médicos.

En definitiva, la medicina convencional ya no puede seguir pretendiendo ser la única alternativa, excepcional y universal, para mantener la salud y prevenir las enfermedades.

Una conciencia emergente

Es necesario elaborar un discurso médico más completo. Aceptar que siempre hay cabida para otras prácticas que pueden beneficiar al paciente.

Al comprender que existen otras formas de ayudar, también se toma conciencia de una nueva concepción de salud y enfermedad. Y esto es esencial para adoptar una medicina acorde a los tiempos actuales.

Soy consciente de que este despertar hacia una medicina natural y holística por parte de toda la comunidad médica no es fácil. No deja de ser la lucha de la lucidez contra el oscurantismo de los lobbies farmacéuticos, cuyos intereses financieros son colosales. Y en este sentido no podemos olvidar que el sistema médico ha sido vasallo de esos intereses durante mucho tiempo.

Por ello, debemos aceptar que no será mañana cuando la gente salga a la calle en masa para defender una Medicina Integrativa.

Sin embargo, miles de personas afectadas por el sida, el cáncer, las hepatitis, la fibrosis quística, la esclerosis múltiple, la gripe o el covid han visto cambiar por completo su destino gracias a esa medicina y sus tratamientos naturales. Y esto también tiene sus consecuencias sobre el resto de la población.

Los efectos de esos tratamientos complementarios abren la puerta a reflexiones y debates que irremisiblemente se extienden entre todos los grupos sociales, tanto de pacientes como de médicos, sobre la importancia de cuidar en su conjunto.

La propia Isabel Giralt-Sampedro, presidenta de SESMI y promotora del Congreso de Medicina Integrativa que acaba de tener lugar, es bien consciente de esta realidad.

Cada vez más médicos valoran las terapias que engloba la Medicina Integrativa y son más los pacientes que se benefician de sus efectos. Lo ha visto a diario desde que el SESMI inició su andadura, siendo muchísimo lo que se ha avanzado en esos pocos años.

Y ese es el mejor impulso para recorrer el camino que queda por delante.

(Extraído de https://www.saludnutricionbienestar.com/medicina-integrativa/)

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