Con la temporada navideña ya a la vuelta de la esquina nos sumergimos en las tradiciones que hacen que esta época del año sea tan especial.
Una de ellas es el Calendario de Adviento. ¿Alguna vez se ha preguntado sobre su origen y significado?
Una tradición que ilumina la espera
La historia que hay tras el Calendario de Adviento es una tradición que se remonta al siglo XIX en Alemania. Allí, las familias evangelistas colocaban una corona de adviento con cuatro velas y encendían una por cada domingo que faltaba para la Navidad.
También pintaban con tiza en la pared o en la puerta de las casas un total de 24 rayas que se iban borrando día a día desde el 1 de diciembre hasta llegar a la Nochebuena.
Pero la leyenda que nos acerca al Calendario de Adviento tal y como lo conocemos hoy cuenta como Gerhard Lang, un editor alemán, creó el primer calendario de adviento de cartón con dulces. Dicen que fue su madre la que tuvo la idea (durante la infancia de Lang) de convertir aquel cartón en una especie de soporte donde puso 24 galletas permitiendo al niño comer una al día.
Cuando Gerhard Lang creció y ya de adulto se convirtió en editor, por el año de 1903, creó con dos láminas de cartón un calendario con 24 ventanas que se abrían para revelar imágenes detrás de ellas. Inicialmente, estos calendarios presentaban escenas navideñas, pero más tarde se popularizaron haciendo que detrás de las pequeñas puertas se ocultaran chocolates o regalos.
En la actualidad, el calendario de Adviento continúa siendo una tradición querida y esperada cada año. Su encanto radica en la emoción y la anticipación que genera, así como en el sentido de comunidad y compartir momentos especiales con seres queridos.