ENOLÓGICAS

Planes para los amantes de la enología, gastronomía y la naturaleza en Finca Río Negro

Redacción | Viernes 10 de noviembre de 2023

Una vez finalizada la vendimia; la Bodega Finca Río Negro acoge un momento de calma que hace que el otoño sea un momento ideal para visitarla. El viñedo se tiñe de tonos anaranjados y ocres y las nuevas añadas de los vinos riegan las creaciones culinarias con tesoros de temporada. Para disfrutar de la que algunos llaman ‘la estación de la plenitud, de comienzo y de regeneración’, Bodegas Finca Río Negro propone multitud de planes para todos los gustos y tipos de viajeros.

Finca Río Negro apuesta por la viticultura ecológica considerada `heroica’ dadas sus condiciones de cultivo extremas. Situada a 1000 metros de altura junto al Parque Natural Sierra Norte de Guadalajara ofrece la oportunidad de visitar sus más de 600 hectáreas de bosques, así como sus 42 hectáreas de viñedos. Para los verdaderos enófilos, tras realizar el recorrido por la bodega subterránea y las salas de elaboración y de barricas, se podrá disfrutar de un aperitivo en las bodegas subterráneas y una cata horizontal de sus diferentes etiquetas premiadas internacionalmente. Vinos elegantes con cuerpo y con aromas de la crianza sobre lías o la crianza en madera. Los más pequeños de la casa disfrutarán con la fauna y flora que ofrece la finca.

RUTA MICOLÓGICA

El otoño es idóneo para disfrutarlo paseando por las arboledas en busca de hongos, verdaderos tesoros de la naturaleza. La Sierra Norte de Guadalajara es un espacio declarado Parque Natural que además de ser uno de los lugares más bellos de la provincia en lo que a naturaleza se refiere, es uno de los destinos más perseguidos por los amantes de las setas. Abundan los níscalos, setas de cardo, colmenillas y boletus.

EN RUTA POR LOS ‘PUEBLOS NEGROS’

Las veinte villas que envuelven al impresionante paisaje de la Bodega Finca Rio Negro, conforman ‘Los pueblos de la Arquitectura Negra’. Propuestos para ser declarados Patrimonio de la Humanidad por UNESCO, se integran armoniosamente con su entorno a través de sus tejados construidos de pizarra negra, de donde reciben el nombre, combinados con edificaciones de muros gruesos de piedra y madera de roble. Merecen una visita Majaelrayo, Robleluengo, Valverde de los Arroyos o Campillos de Ranas entre otros. Caracterizados por sus calzadas irregulares de piedra y su edificación singular, conforman uno de los parajes más bellos y desconocidos de la Península Ibérica.

Este conjunto de localidades idílicas también presume de tener monumentos cargados de historia. Es el caso de Cogolludo, población en la que se encuentra la propia bodega Finca Rio Negro, en la que es recomendable visitar -previa reserva- el Palacio Ducal de los Duques de Medinaceli. Hace más de cinco siglos Felipe I “el hermoso” y Juana I “la loca” se alojaron en él durante su luna de miel, tal y como quedó reflejado en su diario de viajes. También son de interés la iglesia de San Pedro y las ruinas de una antigua fortaleza donde se conserva una torre del siglo X.

UN ALTO EN EL CAMINO GASTRONÓMICO

Los alrededores de Finca Río Negro son un destino ideal para los amantes de la arquitectura, la historia, de la naturaleza, y, también, de la gastronomía. Las cartas de sus restaurantes se transforman estos meses para trasladar el paisaje al mantel a través de productos de temporada como las setas y la caza que con el otoño alcanzan su mayor esplendor lo que supone un gozo para todos los sentidos.

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