Por regla general cuando pensamos en los Alpes suizos lo primero que aparece en nuestra mente es la nieve, pero el agua también cumple un papel protagonista. En particular las regiones de Interlaken y Jungfrau cuentan con cascadas y lagos de color turquesa que suponen un escenario perfecto para los amantes de la aventura. Desde barranquismo hasta rafting, os dejamos las 5 actividades acuáticas que hacer en una visita a estas regiones de ensueño.
Descubriendo paisajes en kayak en los lagos Brienz y Thun
Pasear en kayak por los lagos del Oberland Bernés es rodearse de impresionantes paisajes de montaña en los que cada estación tiene su propio encanto. En primavera, el Lago Brienz resalta por su profundo color turquesa, mientras que en otoño las hojas de colores adornan sus alrededores. Una excursión en kayak en invierno es verdaderamente imperdible. El Lago Thun atrae por sus aguas cristalinas y sus impactantes paisajes panorámicos de las montañas nevadas. Además, desde el agua, la estampa de los cinco castillos a orillas del lago permite apreciar su belleza desde otra perspectiva.
El rafting más desafiante de los Alpes
Si eres más de velocidad, adéntrate remo en mano en las poderosas aguas del Río Lütschine, entre bellos paisajes e idílicos valles, en una excursión de rafting por la región de Interlaken. Las montañas suizas que le rodean contribuyen a crear un ambiente espectacular que hace la experiencia aún más asombrosa. El imponente y desafiante río promete acción para toda la familia. Los guías cualificados te acompañarán por las aguas garantizando una aventura tan divertida como segura. Ni siquiera el mal tiempo podrá empañar tu buen humor. Dato curioso: el Lütschine es considerado uno de los mejores ríos de Suiza para hacer rafting.
Adrenalina pura haciendo barranquismo en Grimsel
Un tratamiento facial natural en el ‘Hot Tug’ del Lago Brienz
Pero… también hay lugar para el descanso entre tanta emoción. Para aquellos que más que aventura buscan relajarse y desconectar, no hay nada como el ‘Hot Tug’. Un spa flotante con una temperatura de 38 grados en el que puedes zambullirte en medio del Lago Brienz, donde el agua puede alcanzar los 6 grados en invierno. Una experiencia para disfrutar en familia, con amigos, en pareja (dejarás a tu media naranja más enamorada aún) o para reconectar con uno mismo. Después de una hora en este jacuzzi, ya no te hará falta usar tu vaporizador facial; con el contraste entre las altas temperaturas del agua de su interior y el ambiente frio de fuera, tus poros se sentirán renovados. Además, los más valientes, pueden hacer bombear su sangre saltando al agua helada para nadar un rato alrededor del bote.
Unas cataratas de cuento de hadas, ¿o de aventura?
Por si ninguna de estas actividades de agua es lo suficientemente fascinante para ti, las cascadas Giessbach, Staubbach y Trümmelbach, terminarán por encandilarte. Independientemente de si llegas en el histórico funicular desde el embarcadero de Giessbach See, a pie mediante una tranquila caminata o dejando tu vehículo en el aparcamiento cercano, el poderoso estruendo de las cataratas de Giessbach es inconfundible. El tramo del sendero que pasa por detrás de una de las cascadas es especialmente impactante. A través del agua que la conforma se puede avistar el Grandhotel Giessbach, como salido de un cuento de hadas.
Si el romanticismo no te deja maravillado, no te preocupes, la cascada Staubbach de 297 metros de altura lo hará. Se trata del símbolo de Lauterbrunnen y la caída libre más alta de Suiza. Las frecuentes corrientes térmicas hacen que el agua se proyecte en todas direcciones, dándole su nombre a esta impactante cascada.
Además, en el mismo Lauterbrunnen se encuentran las cataratas de Trümmelbach, cuyo estruendo te dejará boquiabierto. Las diez caídas de agua del interior de la montaña, a las que se accede por un túnel, hacen de ellas un verdadero fenómeno natural. Se considera que son las cascadas subterráneas más grandes de Europa. No solo son un espectáculo visual, también auditivo por el ruido estrepitoso que genera la fuerza del agua al chocar con la roca. Pero eso no es todo, Trümmelbach también lleva a cabo una importante labor; son estas mismas cascadas las que drenan las enormes paredes de las montañas Eiger, Mönch y Jungfrau con hasta 20.000 litros de agua por segundo.
Estas cinco actividades permiten a los amantes del agua y la aventura hallar un punto de encuentro entre sus dos pasiones. En las regiones de Interlaken y Jungfrau, el viajero podrá fluir y adaptarse como el agua, mientras disfruta de uno de los mejores paisajes del mundo.