El país cuenta con una riqueza histórica invaluable debido a su diversidad geográfica y a la larga historia de civilizaciones que han habitado su territorio. Desde la reabierta Kuélap hasta la famosa Chan Chan, estas maravillosas construcciones merecen un viaje
Los amantes de la historia, en especial de las maravillas arqueológicas, disfrutarán como niños en Perú; un país excepcionalmente rico en patrimonio arqueológico debido a su diversidad geográfica y a la larga historia de civilizaciones que han habitado su territorio. La riqueza arqueológica de Perú no solo revela la destreza técnica y artística de sus antiguos habitantes, sino que también proporciona una valiosa comprensión de la historia, la religión, la organización social y las creencias de estas culturas diversas y fascinantes.
Si bien Machupicchu es el más conocido a nivel turístico, existen otros centros arqueológicos de gran interés, que llevan, en un viaje en el tiempo, a la época de las antiguas civilizaciones prehispánicas.
Luego de más de un año de trabajos de restauración en sus muros, el icono cultural de la región de Amazonas reabre al público, permitiendo el ingreso de forma gratuita hasta el 31 de diciembre de este año. Ubicada a 3000 metros sobre el nivel del mar, en la cima de una montaña que domina el estrecho valle del río Utcubamba, esta imponente fortaleza fue construida entre el siglo XI y XIV por la cultura Chachapoyas y se cree que sirvió como centro ceremonial y defensivo. En una fase inicial, tan solo 90 visitantes por día podrán disfrutar de la llaqta de Kuélap, con la posibilidad de admirar, entre otros atractivos, la imponencia de las murallas de 20 metros de altura que flanquean el acceso, las figuras talladas en piedra o las impresionantes vistas.
Ubicada en la costa norte de Perú y considerada la ciudad de barro más grande de América, fue el centro administrativo y político de la cultura Chimú. En total, está conformado de diez ciudadelas amurallas en donde destacan murales repletos de hermosos grabados de alto relieve con formas geométricas y figuras de animales, muy bien conservados. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1986, Chan Chan sobresale por ser una especie de urbe con pequeñas ciudades delimitadas en su interior, pero que se conectan entre sí. Además, es un impresionante testimonio de la ingeniería y la creatividad de esta antigua civilización.
Pachacámac
Otra maravilla arqueológica que impresiona por su carácter ceremonial y compleja arquitectura es el Santuario de Pachacámac. Ubicado a 45 kilómetros al sur de Lima, se trató del oráculo más importante de la costa peruana durante la época preinca. Y es que hasta aquí llegaban miles de habitantes provenientes de diversos lugares del Antiguo Perú, para adorar a Pachacámac, creador de la tierra e hijo de Inti, el dios del sol. Las estructuras imponentes y las evidencias de ofrendas rituales hacen de Pachacámac un lugar fascinante para explorar la historia espiritual de Perú; compuesto de numerosas pirámides, palacios y templos, destinados a fines políticos, culturales y religiosos.
A unos 150 km al norte de Lima, en el Valle de Supe (Barranca), hace más de 5 mil años se estableció lo que es, hasta ahora, la ciudad más antigua de América: Caral. Comparada con Egipto, India y Mesopotamia y declarada Patrimonio de la Humanidad en 2009, la Ciudad Sagrada de Caral está compuesta de seis pirámides, plazas circulares y recintos públicos que fungían de centros ceremoniales. Se sabe que sus habitantes se dedicaban a la pesca y a la agricultura; además, eran buenos comerciantes distribuyendo productos como algodón y pescado deshidratado a comunidades andinas. Entre los hallazgos más relevantes se encuentra el quipu más antiguo del mundo —artilugio fabricado con cuerdas de lana utilizado para la contabilidad— y 32 flautas hechas con restos óseos de cóndores y pelícanos.
Ubicadas al sur de la ciudad de Trujillo, estas pirámides preincas construidas de adobe muestran la grandeza que caracterizó a la cultura Moche durante los siglos II y VII. Y es que estas dos fascinantes estructuras conforman, junto a otras a su alrededor, el complejo arqueológico más importante que construyó esta cultura ancestral en el norte de Perú. Según las leyendas, la Huaca del Sol fue construida por más de 250 mil hombres en tan solo tres días y la Huaca de la Luna fue un lugar de culto donde se realizaban sacrificios humanos encontrándose en su interior decenas de cuerpos de guerreros mochicas. El lugar, ubicado en la región de La Libertad, cuenta también con impresionantes murales que incluyen imágenes de seres antropomorfos con colmillos de felino.
Este centro ceremonial de más de tres mil años de antigüedad, situado en Ancash, es el más importante de la cultura Chavín. En su tiempo, fue un gran oráculo al que llegaban peregrinos provenientes de diversas zonas de los Andes para rendir culto a los dioses; además, se dice que sirvió de inspiración a los incas para construir el santuario de Machupicchu. Al recorrer el templo, se comprueba el gran trabajo de tallado sobre piedra que caracterizó a los Chavín; asimismo, impresiona la compleja red de caminos y galerías subterráneas, únicamente iluminadas por rayos solares que ingresan a través de pequeños ductos ubicados de forma estratégica, evidenciando una obra de ingeniería de gran excelencia.