La bicicleta es un medio de transporte excelente para explorar una región desconocida. No te desplazas demasiado rápido pero tampoco demasiado despacio y tienes un radio de acción mayor que yendo a pie.
Además, las rutas ciclistas pasan justo al lado de los lugares dignos de ver. Y, para terminar, el argumento más importante: después de un recorrido en bici como es debido, puedes disfrutar de las tentaciones culinarias de la región con buena conciencia.
La Ruta Ciclista del Rin sigue el curso de uno de los ríos más grandes de Europa desde su nacimiento en los Alpes suizos hasta su desembocadura en el mar del Norte. A lo largo de 1.233 km recorre cuatro länder y nada menos que nueve lugares declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Uno de los tramos más bellos dentro de Alemania es el valle del Medio Rin entre Bingen y Coblenza, donde el río discurre a través de un variado paisaje con viñedos, castillos y pequeñas ciudades fluviales. Río arriba esperan al viajero la ciudad de Espira, reconocida por la UNESCO, Worms y la región vinícola de Rheingau con sus atractivos turísticos y sus especialidades culinarias.
El tour de los viticultores sajones
La región vinícola del valle del Elba es una de las más pequeñas de Alemania y la que está situada más al noreste del país. Y una buena forma de convencerse de lo buenos que son los vinos que se producen allí es recorrer esta ruta ciclista de 67 km de largo. También hay muchas otras cosas que ver: de la localidad vinícola de Radebeul parten las locomotoras de vapor históricas del Ferrocarril del Valle del Lößnitz, el viñedo del palacio Wackerbarth es perfecto para una cata de vinos y, siguiendo el curso del río, se llega a Meißen, donde al visitante le esperan la más fina porcelana y el histórico castillo Albrechtsburg.
Alrededor de la cordillera 'Kaiserstuhl'
CONSEJO: este recorrido incluye parte del vecino monte Tuniberg desde el que se disfruta de unas magníficas vistas de la Selva Negra y de los Vosgos.
Pedaleando por la Ruta alemana del Vino
Los 100 km de recorrido de la Ruta del Vino ofrecen una inagotable variedad, perfecta para los viajeros amantes de la bici: atraviesa paisajes únicos de una belleza fascinante como el bosque del Palatinado, la extensión boscosa continua más extensa de Alemania, la segunda región vinícola más grande de Alemania y la llanura del río más largo de Alemania, el Rin.
CONSEJO: los ciclistas más ambiciosos pueden recorrer los 35 kilómetros adicionales de la ruta panorámica, el esfuerzo de la subida se ve recompensado por unas amplias vistas del paisaje.