Hoy vamos a traer a colación un tema polémico. Se trata, probablemente, de la mayor disputa de la gastronomía española, solo por detrás del eterno debate entre la tortilla de patatas con o sin cebolla.
Sin más preámbulos, le hago la pregunta del millón: ¿usted es de gazpacho o de salmorejo?
Ambos platos ocupan un puesto de honor durante los meses de verano. Y aunque muchas personas los saborean por igual, en otras ocasiones es hablar de uno u otro para que la discusión esté servida.
Así, algunos defienden el gazpacho por su textura líquida y su inconfundible toque refrescante. Otros, sin embargo, se aferran al salmorejo, argumentando que su consistencia más densa y su sabor más profundo son insuperables. Y no digamos ya cuando entran en liza las recetas de las suegras…
Pero antes de sumergirnos en esta contienda a golpe de cuchara, toca desmenuzar estos dos platos. Y es que tanto el gazpacho como el salmorejo tienen virtudes nutricionales que los convierten en las estrellas más saludables de la temporada
Gazpacho: un elixir refrescante ¡y rico en nutrientes!
Partiendo del hecho de que hay tantas recetas de gazpacho como personas que los preparan (algunos lo prefieren más líquido y otros más denso, con o sin pan, más o menos rojo y más o menos filtrado para que no se note la fibra de las verduras), lo que no cambia es la cantidad de nutrientes que ofrecen sus principales ingredientes:
Y a estos ingredientes hay que sumar una generosa base de aceite de oliva virgen extra; el mejor combustible para la salud del corazón y el bienestar en general. Es tanto su potencial que, como han demostrado algunos estudios científicos, bastaría una cucharada diaria para prevenir enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas y respiratorias, además del cáncer.
Salmorejo cordobés: la crema antioxidante ¡y saciante!
Por supuesto, estoy hablando del pan. En concreto, del pan de telera, que es un tipo de pan de masa candeal muy típico de Córdoba. En general, este alimento es rico en vitaminas del grupo B, destacando las B1 y B6 (ayudan a convertir los nutrientes de los alimentos en la energía necesaria para que el organismo funcione), así como la B2 (que interviene en la formación de los glóbulos rojos).
También aporta fósforo (esencial para la formación de los huesos), además de magnesio y potasio (ambos intervienen en la contracción de los músculos y en el correcto funcionamiento del sistema nervioso). Y, asimismo, destaca por su contenido en cereales, que ofrecen energía en forma de hidratos de carbono. Eso sí, no conviene exceder el consumo de cereales (e incluso eliminarlos de la dieta), sobre todo si se es celíaco o especialmente sensible al gluten, su principal proteína.
Como ingrediente opcional, si se desea, puede añadir a la receta un chorrito de vinagre, que ya ha visto también es muy bueno para la salud.
Por último, es habitual incorporar al salmorejo jamón serrano, huevo cocido y picatostes, lo que hace que este sea un plato más de cuchara, a diferencia del gazpacho tradicional. Los tres ingredientes permiten potenciar el sabor del salmorejo, siendo además excelentes fuentes de proteínas.
Entonces, ¿qué es mejor, el gazpacho o el salmorejo?
En realidad, lo mejor es seguir una dieta equilibrada, con una alimentación variada y rica en nutrientes de propiedades antioxidantes. Y como puede ver, en ese sentido el gazpacho y el salmorejo empatan.
Por ello, por mucho que su receta de salmorejo cordobés le dé mil vueltas a la del gazpacho del vecino, o que en su opinión no hay nada mejor que un gazpacho bien fresquito, y que se quite cualquier plato de salmorejo, lo que realmente importa es saborear la vida de manera equilibrada.
¿Y usted, es más de gazpacho o de salmorejo?
(Extraído de https://www.saludnutricionbienestar.com/)