El Grupo Le Cocó es una empresa familiar fundada en el año 2014 que en estos momentos cuenta con cinco restaurantes en la capital madrileña: Fellina, Antonella, Giulietta, La Cerda y La Morenilla.
Comer o cenar en cualquiera de los restaurantes del Grupo Le Cocó es una experiencia para los sentidos, no solo para el obvio (el del gusto), sino también para el olfato, la vista, el tacto… gracias a su cuidada y mimada decoración en cada uno de ellos.
Hay un punto común en toda la ambientación de los restaurantes del grupo y es la evocación del mediterráneo en todo su esplendor, desde el interior de la toscana, hasta las orillas del mar.
La empresa de restauración cuenta con más de ocho años de experiencia y sus cinco restaurantes son diferentes entre sí, pero con un objetivo común: hacer que sus comensales se sientan como en casa a la vez que disfrutan de platos con un lujo sofisticado de las mejores calidades.
Comer o cenar en cualquiera de los restaurantes del Grupo Le Cocó es una experiencia para los sentidos, no solo para el obvio (el del gusto), sino también para el olfato, la vista, el tacto… gracias a su cuidada y mimada decoración en cada uno de ellos.
Hay un punto común en toda la ambientación de los restaurantes del Grupo Le Cocó, y es la evocación del mediterráneo en todo su esplendor, desde el interior de la toscana, hasta las orillas del mar. Una mezcla de fiesta, tradición y color que se intercala con una cocina variada, sabrosa, saludable y contundente.
Ubicado en el famoso barrio de Chamberí. Es el que tiene el carácter más familiar, ya que toda su decoración, ambiente e incluso carta es un homenaje a la abuela de la familia del Grupo Le Cocó, a su historia, a la tradición de la familia y a la buena mesa.
La Morenilla tiene dos estancias completamente diferenciadas, pero con un punto de conexión entre sí. La primera parte y la que se ve al entrar es La Morenilla “Casa de antojos”. En este ambiente se encuentran una gran barra y mesas altas donde poder tomar sus “antojos” y “antojitos”. La segunda, parte, a la que se accede a través de una cortina custodiada por un “Zoltar” es “La Feria de La Morenilla”, donde cada rincón de la estancia es una réplica exacta de una feria tal y como se conoce.
Disruptivo, diferente, singular y divertido. La Cerda, ubicado en pleno barrio de Chueca, es un lugar donde disfrutar sin preocupaciones, donde comer sin restricciones de ningún tipo y donde lo ordinario se hace distinguido. Un espacio políticamente incorrecto que sorprende por su ingenio, su personalidad auténtica y su sentido del humor.
Un restaurante que invita a no esconderse porque, sí o sí, los comensales van a querer hacer fotos. Su cocina es mediterránea con un toque de snack, original y sabrosa, donde se pueden encontrar platos de todo tipo: desde un hot dog de chopitos rebozados en pan brioche con alioli de cítrico y menta hasta una ensaladilla rusa metida en una matrioska en forma de cerdita rosa.
LOS RESTAURANTES DEL GRUPO LE COCÓ: FELLINA, GIULIETTA Y ANTONELLA.
El Grupo Le Cocó cuenta con tres restaurantes italianos: Fellina, Antonella y Giulietta. Los tres tienen toda la esencia de Italia condensada tanto en sus platos como en su decoración. Y tiene su historia. El hijo mayor de la familia González propietarios del Grupo Le Cocó, es piloto de coches y sus competiciones le llevaban en numerosas ocasiones a Italia, lo que provocó que muchas de las veces la familia le acompañase para apoyarle.
Durante estos viajes siempre disfrutaban de la gastronomía italiana, y quisieron traer un pedazo de esa esencia y buenos recuerdos a España, en forma de estos tres restaurantes que ahora se ubican en conocidos barrios madrileños. Todos con una base común; altos estándares de calidad en la cocina y precios moderados.
Sus cartas
Los tres restaurantes italianos tienen una carta casi común entre ellos, a diferencia de algunos platos exclusivos para cada uno.
Una de las especialidades de los tres (en cuestión de pastas) son los spaghettis al tartufo con huevo poché y salsa de trufa, que se terminan de preparar en mesa rallando la trufa y el queso parmesano en presencia de los comensales. También cabe destacar el risotto de boletus con foie, que se sirve en mesa en la rueda de queso pecorino.
Por último, entre las pastas de sus tres restaurantes italianos no podía faltar la tradicional carbonara, cocinada con yema de huevo y queso pecorino (también terminada en mesa).
Entre los postres más característicos de Fellina, Giulietta y Antonella se encuentran los saquitos de Nutella, sus deliciosas y cremosas tartas de queso y el tiramisú, que se sirve de manera sorprendente y original: dentro de una cafetera italiana donde se realiza la mezcla con el café. Aunque también hay postres especiales y específicos en cada uno de ellos.