Para no desanimarse a la hora de adoptar un estilo de vida saludable, lo mejor es ir poco a poco.
A base de pequeños gestos que puede poner en práctica en el día a día. Y así son las 6 prácticas saludables que le recomendamos para empezar a cuidarse.
“Cuidarse, tener una vida saludable, es demasiado complicado…”. Este puede ser un comentario habitual entre los que deciden empezar a realizar prácticas saludables de un día para otro.
Adoptar una dieta sin gluten o lácteos, hacer ejercicio a diario, practicar yoga… Si decide hacer todo a la vez, probablemente se desanimará a los pocos días. ¡Y es normal!
Si busca alcanzar un estilo de vida impecable y de inmediato, solo le traerá frustraciones y pronto perderá la motivación para mejorar su vida cotidiana. El secreto es avanzar poco a poco.
A veces creemos que tenemos que hacer grandes sacrificios y privarnos de todo lo que nos gusta para mantenernos sanos, pero en realidad seguir unos hábitos saludables muy simples pueden marcar una gran diferencia. Y así son los 6 pequeños pasos que hoy propongo para quienes comienzan en el camino de una vida saludable y natural.
Es probable que ya conozca (y aplique) algunos de estas prácticas saludables, sobre todo si nos lee desde hace tiempo. Pero un pequeño recordatorio nunca está de más.
Beba téTomar una taza de té al día es la manera más sencilla y rápida de cuidar nuestro cuerpo. Puede ser té verde, negro, blanco, oolong o matcha, pues todos provienen de la planta Camellia sinensis y son una maravillosa fuente de antioxidantes.
Cientos de estudios han validado los beneficios de sus componentes (taninos, polifenoles…) a la hora de prevenir el sobrepeso, mejorar la memoria, retrasar los signos del envejecimiento y, en general, reducir el riesgo de mortalidad por cualquier causa natural.
Eso sí, siempre es aconsejable tomar té de origen ecológico para evitar los pesticidas y contaminantes.
Suba las escaleras en lugar de ir en ascensorSi no le gusta mucho ir al gimnasio o hacer ejercicio en general, no se obligue a ello. El objetivo no es convertirse en un atleta olímpico, sino mantenerse en forma. Y para ello no es necesario un entrenamiento intenso todos los días. Lo importante es ser activo en los pequeños momentos cotidianos.
Igual de importante que ser activo, es saber relajarse y centrarse. Y para ello nada mejor que la meditación. Además, no es necesario hacer largas sesiones de 2 horas. Puede empezar por encontrar 10 minutos de calma cada día para concentrarse en su respiración y relajar los músculos.
Un estudio de la Universidad de Waterloo (Bélgica) demostró que 25 minutos de meditación al día son suficientes para mejorar la capacidad de gestionar las emociones y la concentración. Asimismo, esta práctica estimula las funciones cognitivas y contribuye incluso a aliviar trastornos intestinales.
Salga a tomar el aire (y el sol)Un equipo de la Universidad de Chiba (Japón) concluyó que pasar tiempo en la Naturaleza reduce los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y la frecuencia cardíaca, además de que mejora el sistema cognitivo.
¡Pero eso no es todo! Pasear al aire libre permite obtener vitamina D, que es esencial para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. De hecho, un estudio concluyó que un bajo nivel de esta vitamina está relacionado con hasta un 57% más de riesgo de muerte prematura.
Desafortunadamente, los déficits de vitamina D son habituales en la población, incluso en la de un país tan soleado como el nuestro. Por ello siempre es recomendable que compruebe sus niveles y, si sufre alguna carencia, apueste por un complemento nutricional.
Duerma bienDormir es fundamental para mantenerse saludable. Ocupa un tercio de nuestra vida y es tan importante como alimentarse o hacer ejercicio. De hecho, la falta de sueño tiene graves repercusiones en todas las funciones del organismo y aumenta el riesgo de sufrir diabetes, obesidad, patologías cardiovasculares o neurodegenerativas, además de algunos tipos de cáncer.
Lo recomendable es dormir un mínimo de 8 horas. Y para conseguir un descanso de calidad y reparador lo mejor es que un par de horas antes de acostarse evite las pantallas electrónicas (ordenador, televisión, smartphone…) y los estimulantes como el café o el chocolate.
Y si tiene problemas de sueño hay muchísimos remedios herbales que pueden ayudarle, como las infusiones de lavanda, melisa o pasiflora, de propiedades relajantes.
Ría a diarioUn grupo e investigadores descubrió una divertida técnica para mejorar la memoria a corto plazo: reír. Observaron que las personas que veían un vídeo cómico durante 20 minutos tenían bajos niveles de cortisol, lo que significaba que estaban menos estresadas. Y además tenían un mejor rendimiento en las pruebas de memoria y aprendizaje que formaron parte del estudio.
Por su parte, otra investigación concluyó que la risa también puede ayudar… ¡a perder peso! Así, las personas que vieron una comedia quemaron entre un 10 y un 20% más de calorías en comparación con las del otro grupo que participó en este ensayo.
La razón es muy sencilla: al reír aumenta la frecuencia cardíaca y se consume más energía. Eso sí, para que los efectos en la pérdida de peso sean significativos, es necesario reír al menos 30 minutos al día.
Las prácticas saludables deben ser un placer
Estas 6 prácticas saludables son muy sencillas, por lo que son accesibles para todo el mundo. Y aunque tal vez parezcan un poco simples, le aseguro que van a tener un gran impacto en su salud. Cuidar de uno mismo no necesariamente implica seguir protocolos pesados y restrictivos.
Por supuesto, el objetivo no es que los aplique todos desde hoy mismo. Al contrario. Dé un pequeño paso cada día y, sobre todo, disfrute de él. Ya verá como en unas semanas se sorprende del camino que ha recorrido.
(Extraído de https://www.saludnutricionbienestar.com/practicas-saludables/)