EL LUGAR PERFECTO PARA ALOJARSE, Y MÁS SI SE ENCUENTRA EN EL CENTRO DE LA VIENA A POCOS METROS DE LAS ATRACCIONES TURÍSTICAS MÁS EMBLEMÁTICAS.
Un ambiente histórico, el lujo y la eterna elegancia, así es como mejor se describe una inolvidable estancia en el Hotel Ambassador.
Una historia de más de un siglo avala a este hotel al considerarse uno de los edificios con más tradición de toda la ciudad. No sin razón, el Ambassador se ha convertido en el punto de encuentro favorito entre los clientes más famosos.
El lugar ideal – El mejor lugar para alojarse
Gracias a su ubicación privilegiada en pleno corazón de Viena, el Ambassador se configura como el mejor punto de partida para una visita cultural, un día de compras o para disfrutar de la gastronomía. El Hotel está situado en la célebre calle comercial Kärntner Straße, rodeado por las boutiques de los mejores diseñadores internacionales, restaurantes con clase y numerosos puntos de interés turístico. La catedral de San Esteban, la Escuela Española de Equitación, el Palacio Imperial, museos y parques; tome la dirección que tome descubrirá los encantos de Viena.
La armónica combinación de tradición y espíritu moderno dota al Ambassador del estilo típico de un Gran hotel. El Hotel ofrece un entorno distinguido, respetando al mismo tiempo la integridad histórica. El conjunto de 89 habitaciones conforma un interior clásico y lujoso. Cada habitación, enmarcada en una de las 5 categorías “Viena clásica”, “Habitación temática”, “Clase business”, “Suite junior” y “Suite”, encarna una expresión individual del encanto del edificio. El diseño de las habitaciones se rige por los estándares de decoración más altos. Todas las habitaciones están equipadas con televisión por cable y de pago, caja de seguridad, minibar y aire acondicionado regulable individualmente. Se puede disfrutar de conexión a Internet (WLAN) en todo el hotel.
El mejor punto de reunión
El mejor lugar para comer
Déjese deleitar por los mejores placeres culinarios en el restaurante en la primera planta. Disfrute de las especialidades de la temporada procedentes de todo el mundo, así como de los platos austriacos clásicos. El restaurante cuenta con una cocina acristalada y un jardín de invierno con vistas al Neuer Markt y a la famosa fuente Donnerbrunnen.
No hay que olvidar el bar situado en la primera planta, ubicado en el impresionante atrio. Café vienés tradicional, aperitivos, snacks o simplemente relax: sean cuáles sean sus gustos y preferencias, el Atriumbar es el lugar ideal.