Explore su inconsciente en cinco preguntas
El inconsciente está formado por todas las prohibiciones, los tabúes y la parte de nuestra historia que no nos atrevemos a contar para no ser rechazados por quienes nos rodean.
Nuestra sombra, por tanto, está forjada por la historia familiar, la época en la que vivimos (con sus prejuicios sociales) y la personalidad, heredada de los antepasados. El inconsciente no lo elegimos voluntariamente.
Es importante saber esto para no sentir vergüenza al descubrirla. Hemos sido enseñados para reprimir las fuerzas vitales que llevamos dentro.
Si está listo le invito a conocerla. Lo haremos siguiendo el método del psicólogo Jean Monbourquette, que propone que nos hagamos las siguientes preguntas:
Pregúntese qué cumplidos significan más para usted. ¿Cuáles son las cualidades de las que está más orgulloso, las que más le gusta que los demás perciba?
Esta reflexión es muy interesante porque tendemos a asumir que todo el mundo es como nosotros. Y lo mismo sucede con los miedos, sobre todo los que están relacionados con lo que los demás piensan de nosotros. Así, si por ejemplo una persona teme que los demás la tomen por incompetente, impaciente o cualquier otro calificativo, le sorprenderá descubrir que para otras personas eso no es ningún problema. ¡Que ni siquiera les importa!
A veces reaccionamos de manera exagerada a ciertos eventos o experiencias. Y en ocasiones nosotros mismos nos sorprendemos de esa manera de comportarnos, tan intensa o agresiva.
Estas reacciones son la señal de que estamos haciendo o experimentando algo que nuestra sombra no acepta. Observar estos comportamientos, anotarlos, luego pensarlos, hablarlos con un interlocutor de confianza… nos permite descubrir amplios territorios de nuestro inconsciente, cuya existencia de otro modo habría permanecido desconocida para nosotros.
Este punto es particularmente sutil. Permite el acceso a las partes más profundas de nuestro inconsciente. Se trata de enumerar los cumplidos que nos cuesta aceptar, sobre todo aquellos que nos parecen sin fundamento alguno. La gente le felicita por sus habilidades culinarias, pero usted los rechaza porque cree que lo hacen “para complacerle”, “por cortesía”, “para ser amable”. La experiencia demuestra que, por lo general, no es así. La mayoría de las veces los elogios que recibe son sinceros.
Atreverse a explorar las partes oscuras de su ser le permite reconciliarse con su inconsciente. Está domesticando esta parte enterrada de usted mismo y está aprendiendo que tiene que vivir con ella. Además, si hacemos esto, descubriremos que no solo somos más benévolos con nosotros mismos, sino también con los demás. Porque comprenderemos que esas personas también tienen su sombra y la tendremos en cuenta.
Comprometidos con un proceso de superación personal, de transición a una vida más sana y natural, por ejemplo, aprendemos a no ponernos nerviosos, a impacientarnos.
En lugar de ponernos metas poco realistas, entendemos que ya podemos alegrarnos y estar orgullosos de nosotros mismos, si cada día somos un poco mejores que el anterior.