La principal agencia de viajes de Japón, JTB, prevé que el país nipón en 2023 acogerá un total de 21,1 millones de turistas, es decir, un 66,2% más que en 2019. De esta forma, Turismo de Tokio presenta una serie de planes para que para todos los españoles que viajen en verano a Tokio, la ciudad cosmopolita que abraza tradición y modernidad, disfruten de una ciudad diferente más allá de los lugares imprescindibles que visitar.
Planes en el mes de julio: fuegos artificiales y festivales tradicionales
Infinidad de festivales para los amantes de los fuegos artificiales tienen lugar en la segunda quincena del mes, como por ejemplo, el festival del río Sumidagawa, el más popular de Tokio que acoge aproximadamente 950 mil personas y que ilumina el cielo con cerca de 20 mil fuegos artificiales. También los días 22 y 29 se celebran los festivales centenarios Adachi Fireworks Festival y Tachikawa Festival, respectivamente, donde contemplar un cielo coloreado de grandes castillos que, incluso, se disfrutan a la orilla del río Ara o en el parque Showa Kinen.
Por supuesto, también hay una gran cantidad de festivales no relacionados con los fuegos artificiales. Uno de ellos, el festival Tanabata, celebrado el día 7 en el centro de Tokio, es una auténtica historia de amor de dos amantes, representados por las estrellas Vega y Altair, que solo pueden encontrarse una vez al año, por lo que la tradición manda escribir los deseos y colgarlos en tiras de papel de colores en los árboles de Tanabata, hechos de ramas de bambú. Por otro lado, el festival del pez dorado, Kingyo Matsuri, se celebra en la ciudad tokiota de Edogawa durante el fin de semana del 22, porque al ser la ciudad famosa por sus peces dorados, se exhiben y venden e incluso hay competiciones de pesca. Por último, Kagurazaka Matsuri se celebra el día 26 y es uno de los festivales más populares de Tokio, ya que las calles están llenas de puestos de comida yatai y plantas de linterna y luego, al caer la noche, el visitante contemplará una muestra de la tradicional danza Awa-Odori que tiene lugar en un camino de montaña.
Del 13 al 16 de agosto se celebra el festival Bon Odori, una danza tradicional de culto a los antepasados, en diferentes zonas de Tokio. Estos bailes pueden variar según la región pero, por ejemplo, en el Templo Tsukiji Honganji, los visitantes pueden participar y aprender estas danzas aparte de saborear deliciosos platos que se sirven en puestos de comida en el mercado Tsukiji.
Del 12 al 15 de agosto se celebra el Festival Fukagawa Hachiman, uno de los tres grandes festivales de la época Edo, que consiste en que un gran número de personas de todas las edades desfilan por las calles portando santuarios portátiles en grupos y los espectadores les salpican con agua, siendo un símbolo de purificación y, por supuesto, un buen momento también para refrescarse.
El fin de semana del 26 y 27 de este mes se celebra la danza Koenji Awa-odori, uno de los festivales de verano más famosos de Tokio, ya que acoge a un millón de espectadores, aproximadamente 10.000 bailarines, sin olvidar la música y danza tradicional que se combinan con un ambiente estimulante que hacen que este acontecimiento se convierta en un evento memorable.
Planes en el mes de septiembre: fuegos artificiales, tradición nipona y cultura brasileña
Los fuegos artificiales también tienen hueco el día 24 en el Chofu City Fireworks Festival a la orilla del río Tamagawa para una audiencia de alrededor de 350 mil personas. Este evento tiene lugar desde hace más de 30 años en la región de Kanto y combina la música de las películas y los fuegos artificiales en una exhibición especial. Desde la década de 1920, la ciudad de Chofu ha sido el lugar de numerosas empresas relacionadas con la producción de películas y vídeos y se ganó el apodo de “Hollywood del Este” en los años 50 hasta el día de hoy.
Por último, a mediados del mes se llevarán a cabo dos festividades muy diferentes entre sí. Uno de ellos es Asakusa Samba Festa, que como reflejo de los estrechos lazos entre Japón y Brasil los equipos compiten por el título a la mejor representación donde se incluyen bailarines, música, grandes tocados y carrozas. El otro es un festival más tradicional, Shinagawa Shukuba-matsuri, celebrado desde 1990 para honrar la tradición y el patrimonio cultural de Shinagawa, un área que prosperó como la primera de las 53 estaciones de correos de Tokaido.
De esta forma, disfrutar de los fuegos artificiales de verano en Japón es imprescindible por el ambiente que se respira, además de los festivales, que ya sean con su toque más tradicional o novedoso, el visitante tendrá la oportunidad de sumar a su visita de la capital nipona una serie de experiencias que conseguirán que su viaje a Tokio sea inolvidable.