Con un área diferenciada para familias y otra de 'solo adultos', MYND Yaiza ofrece dos hoteles en uno desde el que recorrer algunos de los lugares más recónditos de la isla de Fuego.
"Solo lava y sol cuando amanece" recitaba el cantautor canario Pedro Guerra en la banda sonora de una de las obras literarias y cinematográficas más representativas y reconocibles que hace honor a Lanzarote: 'Mararía'.
Lava y sol al amanecer sobre un mar inmenso que se abre desde casitas blancas de verdes balconadas. Ese es el Lanzarote que trazó Arozarena en su obra y el que pintó Manrique en su trayectoria vital. Es el que los huéspedes del hotel MYND Yaiza descubren al despertar en él y que todos los viajeros podrán saborear, con la ayuda de las distintas promociones y descuentos disponibles en su web.
"Duerme Femés" a poco más de media hora del establecimiento, en una postal que recorre las entrañas de la isla del fuego descubriendo, probablemente, como punto de partida, algunas de las estampas más desconocidas para el turista general que la visita: las Salinas de Janubio y la extrañeza del paisaje que se dibuja entre su laguna y su playa, las piscinas naturales que horadan las rocas de lava negra en Los Charcones, el Faro de Punta Pechiguera plantando cara al horizonte y saludando a la vecina isla de Fuerteventura y su pequeño islote de Lobos o el Castillo del Águila recordando pasados de contiendas piratas en Playa Blanca.
Equidistante a todos estos lugares, que sellan la identidad lanzaroteña casi más que los archiconocidos Jameos del Agua o la Cueva de Los Verdes, se encuentra, en el corazón de la localidad de Playa Blanca, MYND Yaiza. Un establecimiento gestionado por la operadora Canarian Hospitality, que ha logrado mantener la esencia arquitectónica original que el venerado César Manrique marcó para su isla y que, aún hoy, definen y dibujan la más pura esencia de Lanzarote.
Ocho edificaciones del más puro blanco manriqueño y de tan solo tres plantas de altura, en verdes balcones y entre palmeras y dragos que se levantan desde el negro picón sobre el que crece la isla, dibujan un hotel que parece dos.
Su capacidad para diferenciar espacios de forma natural y fluida, convierte a MYND Yaiza en el lugar perfecto no solo para conocer y reconocer algunos de los más bellos y especiales rincones de Lanzarote, sino que además permite hacerlo de la forma que mejor convenga y se adapte a cada uno de sus visitantes, ya sea en compañía de la familia y los más pequeños de la casa, o bien acompañados de pareja y/o amigos, con planes relajantes; o incluso, en un mix perfectamente estructurado de ambas opciones.
Amplísimas piscinas al aire libre y dos parques infantiles, uno de ellos acuático, se unen en el Family Space a las cinco opciones distintas de alojamiento específicamente diseñadas para acoger a toda la familia. Estas incluyen desde habitaciones dobles de 25 metros cuadrados, ideales para familias de 3 miembros, hasta suites superiores de casi 40 metros cuadrados de espacio interior y con terrazas equipadas con camas balinesas, tumbonas, comedor exterior y, lo más atractivo, piscinas privadas en las que disfrutar en la intimidad de la familia.
Dividiendo y unificando al mismo tiempo las dos grandes áreas alojativas, los clientes del MYND Yaiza disfrutan el ELHOLA Lobby Bar, en el que relajarse y compartir, así como de sus dos restaurantes LAMESA y LALLAMA, que se nutren de productos de proximidad. Se conforma así un centro alojativo único con capacidad de ofrecer a cada cliente exactamente aquello que busca y que, además, se ubica en uno de los rincones más únicos y especiales de Lanzarote.
Alineado, tal y como marca el sello MYND Hotels, con profundos valores de sostenibilidad, desarrollo natural y humano, apoyo al deporte y protección medioambiental, en MYND Yaiza los huéspedes pueden encontrar las diversas y mejor adaptadas a sus deseos formas de recorrer las lavas de Lanzarote.