EL IX CONGRESO INTERNACIONAL DE LA LENGUA ESPAÑOLA (CILE) SE CLAUSURÓ CON SATISFACCIÓN GENERALIZADA POR SU DESARROLLO, UNAS ALTÍSIMAS CIFRAS DE PARTICIPACIÓN Y SEGUIMIENTO, Y EL NOMBRE DE UNA CIUDAD ‒AREQUIPA‒ EN BOCA DE TODOS COMO MÁS QUE PROBABLE SEDE DE LA PRÓXIMA EDICIÓN.
No se puedo conformar en la sesión final porque “nos ha ganado el tiempo, no lo han podido deliberar las Academias”, justificó el director de la RAE, pero Luis García Montero afirmó: “Espero que el próximo congreso pueda, en un viaje de ida y vuelta, saldar la deuda que, por dificultades políticas, no hemos podido cumplir en este. Sería maravilloso”.
Todo apunta, pues, a que la localidad peruana de Arequipa, tras ser sustituida in extremis por Cádiz hace solo tres meses, recuperará la condición de sede de la próxima cumbre panhispánica.
Las cifras de este congreso son contundentes. Han participado presencialmente 1.300 personas y otras 6.300 lo han seguido en línea. Tanto unas como otras son de un total de 70 países, entre ellos, todos los que tienen el español como idioma oficial. Los 263 ponentes han llegado de 29 naciones de todo el mundo.
La secretaria general del Congreso (y directora académica del Instituto Cervantes), Carmen Pastor Villalba, explicó estos y otros datos numéricos. Los inscritos proceden de 41 países, con edades entre los 18 y más de 80 años. Las seis líneas temáticas se han abordado en sesiones plenarias y nada menos que 44 paneles, muchas veces simultáneos, celebrados en diferentes espacios, la mayoría de la Universidad de Cádiz (UCA).
El apoyo oficial fue más que evidente con la presencia de los Reyes, que inauguraron el CILE el pasado lunes, así como de la vicepresidenta primera y los ministros de Exteriores y, hoy, de Política Territorial.
El programa cultural paralelo incluyó 78 eventos antes y durante el congreso, en busca de una participación ciudadana que resultó espectacular, con más de 5.000 participantes en conciertos, exposiciones, recitales, presentaciones de libros una cajoneada (en la que hasta el Rey se arrancó a tocar) o un taller de rap. El impacto generado de todo ello en los medios informativos se estima en unos 60 millones de euros.
Antes, el alcalde de Cádiz, José María González Santos, dio las gracias a los que se han volcado currando, y “a quienes habéis creído que Cádiz podía y habéis visto que ha sido capaz” de organizar un congreso de académicos que, “lejos de encerrarse en los salones se ha derramado por la ciudad”. Precisamente en esta última jornada tuvo un especial protagonismo la ciudad anfitriona, con sesiones como “El habla viva y creativa de Cádiz”, “Carnaval y literatura”, “La creatividad lingüística y literaria de los carnavales” o “La influencia de las hablas andaluzas en el español de América”.
En cuanto al formato del congreso, tan intenso que se ha llegado a celebrar ocho paneles simultáneos en diferentes lugares de la ciudad, García Montero admite que en posteriores citas panhispánicas podría replantearse para reducir las sesiones y los participantes.