El primer gran puente del año lo marca la Semana Santa, un momento que se configura tradicionalmente como una época de devoción y culto, cuyo atractivo cultural despierta el interés de los viajeros tanto a nivel nacional como internacional. Es por ello que estos días son también idóneos para desconectar y realizar alguna escapada que permita poner el freno a la rutina. En este sentido, la isla de La Palma es un destino que ofrece a los viajeros un lugar donde refugiarse y reconectar con la naturaleza a través de sus senderos tradicionales, de su verde laurisilva y de sus cielos que, cada noche, iluminan cada rincón de la Isla Bonita.
Para aquellos que estén pensando en ese viaje, aquí destacamos cinco maneras de disfrutar de la Semana Santa de una manera singular al más puro estilo palmero.
Adentrarse en el origen volcánico de La Palma
La isla de La Palma es la escapada ideal para los más aventureros, pues su territorio cuenta con más de mil kilómetros señalizados de senderos que recorren todos sus rincones. Además, gracias a rutas más conocidas, como la trepidante ruta de Los Volcanes o al sendero que lleva al nuevo volcán (siempre acompañado por alguna empresa autorizada), el caminante podrá entender mejor aún la potencia y energía que irradian del origen volcánico de la isla.
Para hacer de este camino una experiencia completa, es recomendable realizar una visita al Centro de Interpretación de Cavidades Volcánicas Caños de Fuego, un lugar desde el que se pueden visualizar las coladas de lava del nuevo volcán, así como conocer todos los detalles para comprender cómo es La Palma desde su núcleo más interno.
Practicando los motivos religiosos de Santa Cruz de La Palma
La Semana Santa en Santa Cruz de La Palma es una celebración que cuenta con notables valores artísticos y sociales, además de históricos, pues entre las calles de la capital se pueden ver las procesiones que cargan al Señor de la Piedra Fría, el Señor de la Caída o el Calvario Flamenco del Santuario de Las Nieves. Además, una de las principales características de esta festividad es el carácter cronológico que marcan estos recorridos procesionales, representando la pasión de Cristo durante toda la semana.
Disfrutar de uno de los mejores cielos del mundo
No se puede visitar La Palma sin disfrutar de su maravilloso cielo protegido, porque cuando el sol se va, las estrellas pintan el cielo oscuro con un brillo inolvidable. Disfrutar de la inmensidad del firmamento es posible desde cualquier punto de la isla gracias a la ausencia de contaminación lumínica, pues La Palma es un Destino y Reserva Starlight y cuenta con una red de miradores astronómicos para contemplar la belleza del cielo nocturno. Algunos de los miradores más recomendados para la observación astronómica son: Mirador San Bartolo (Puntallana), Mirador al Infinito (Roque de Los Muchachos – San Andrés y Sauces), Mirador Volcán de San Antonio (Fuencaliente) o Mirador Montaña Buracas (Garafía).
Además, para vivir un auténtico recorrido por la historia astronómica de la isla, el Centro de Visitantes del Roque de los Muchachos permitirá adentrarse de lleno en el conocimiento de la astronomía, así como regalar al visitante una de las mejores vistas de la zona norte de La Palma.
Explorando el paraíso oculto de la Isla Bonita
Este paraíso bañado por las aguas turquesas del atlántico es uno de los rincones con más tradición de la isla, pues sus pequeñas casas blancas fueron construidas hace aproximadamente un siglo por los lugareños que buscaban un lugar tranquilo donde disfrutar en familia del mar, en los días más calurosos del verano.
Hasta el final de la isla en las Salinas de Fuencaliente
Declaradas como Sitio de Interés Científico por ser lugar de descanso de muchas aves migratorias, el sur de la isla alberga las famosas Salinas de Fuencaliente. En este punto, tierra, agua y aire se convierten en los mejores aliados para hacer de las salinas un paisaje con gran valor humanístico, pues en ellas se encuentra el contraste perfecto del blanco de la sal, el negro de la tierra volcánica y el azul del mar.
Asimismo, los viajeros que siempre buscan conocer un lugar a través del paladar tienen la oportunidad de degustar y comprar productos tan selectos como la flor de sal, así como comprender su proceso de producción.