Tras el éxito de la experiencia creada en torno a la pista de patinaje instalada en su jardín las pasadas fiestas navideñas, Rosewood Villa Magna, apuesta de nuevo por los espacios efímeros con vertiente gastronómica y lúdica y da muestras de su dinamismo y de su vocación por conectar con los madrileños. Para este segundo “pop-up” invernal, el hotel se ha decantado por traer al corazón de la ciudad los mejores sabores alpinos y difundir no solo la rica gastronomía de la región, también esa atmósfera cálida llena de detalles típica de los chalets alpinos, en la que apetece cobijarse en los fríos días de invierno.
Emplazado en la terraza del restaurante Las Brasas de Castellana, y con vistas al amplio jardín del hotel, El Chalet presenta el aspecto exterior de una típica cabaña de madera como las que podemos encontrar en localidades alpinas como Gstaad o Zermatt. Con listones de madera y ventanas cuarteadas, su interior guarda todo un acogedor universo lleno de detalles que nos traslada a los Alpes: tablas de esquí, raquetas y trineos de madera “vintage”, mantas de pelo, estufas de leña de hierro fundido, manteles de cuadros…
Todo ha sido cuidado al máximo para recrear el ambiente alpino en pleno paseo de la Castellana. Desde las ventanas de El Chalet se disfrutan las vistas al jardín, lo que acrecienta la sensación de estar en plena naturaleza y de encontrarse en una atmósfera más propia de otras latitudes. También conecta con una terraza al aire libre en la cual se puede disfrutar de la sobremesa y degustar algunos de los platos de El chalet.
La propuesta gastronómica está protagonizada por la reclette y las fondues
La propuesta gastronómica trasladará nuestro paladar a las mejores recetas de una región especialmente rica y variada, tanto en ingredientes y recetario, como en la forma de preparar y disfrutar de los platos. Naturalmente no podían faltar ni las raclettes ni las fondues, que constituyen además una atractiva propuesta para compartir en familia o con amigos y tener una experiencia gastronómica diferente y memorable.
Además de las tablas de queso, la ensalada de patatas y los encurtidos, la sopa de cebolla con queso gratinado, o el Schnitzel de ternera, no podía faltar en la propuesta la famosa Apple Strudel, acompañada de helado de vainilla. Su precio medio es de 60-70 euros.
Además El Chalet ofrece 2 horas de parking gratuito y servicio aparcacoches para todos sus clientes.