Si ya en cualquier momento del año Las Palmas de Gran Canaria rebosa vida y cultura para disfrutar de un viaje inolvidable, hay una época por excelencia en la que la capital grancanaria se viste de gala y presume del mejor ambiente: el Carnaval. Entre el 10 de febrero y el 5 de marzo, la ciudad celebra uno de sus momentos más importantes del año y la Fiesta de Interés Turístico Nacional llena sus calles de color, alegría y muchos disfraces. Todo ello en una edición dedicada a Studio 54, el legendario club neoyorquino de los años 70 que marcó una época.
Reconocidas a nivel internacional y con tanta historia como la propia ciudad, las celebraciones del Carnaval son unas fechas únicas en la capital que reúnen a vecinos y viajeros en un momento mágico. Desde el desfile anunciador, que dará comienzo a las fiestas el próximo 10 de febrero, hasta su despedida con el entierro de la sardina el domingo 5 de marzo, Las Palmas de Gran Canaria brilla aún más fuerte con una fiesta que celebra por todo lo alto los valores que la caracterizan: su unión de culturas y continentes, historia y ambiente cosmopolita y abierto.
Entre los platos fuertes que sí o sí deben marcarse en el calendario están los concursos de murgas −grupos que aúnan la canción con el humor para poner la nota más satírica y divertida de las fiestas−, que tendrán su gran final el 18 de febrero; la Gran Cabalgata, que llenará las calles de la capital del ambiente del Carnaval (4 de marzo); y, por supuesto, las icónicas galas de la Reina y Drag Queen (24 de febrero y el 3 de marzo). Una Gala Drag Queen que celebra además este año su 25 aniversario, uno de los actos más famosos del Carnaval y toda una celebración del espíritu abierto, transgresor y diverso del Carnaval y su ciudad.
De la Isleta al Parque Santa Catalina y Triana: qué no perderse en un viaje al Carnaval (o durante todo el año)
El Carnaval se concentra en tres puntos clave de la ciudad: el Parque Santa Catalina, el Parque de la Música −junto al Auditorio Alfredo Kraus− y el parque del Estadio Insular. Pero más allá de las celebraciones, la ciudad invita siempre a conocer sus barrios, paseos y playas y aprovechar su inmejorable clima durante todo el año.
Todo ello en lugares que no pueden faltar en el itinerario de viaje, como la Isleta, en el extremo de la playa de las Canteras y hogar de uno de los barrios más carismáticos de la capital. Esta pequeña península esconde en su interior la playa de El Confital (perfecta para los viajeros que quieran aprovechar para practicar surf), cerca del Mirador de Las Coloradas, desde donde observar una de las mejores vistas de la ciudad. Tras un recorrido por el barrio lleno de encanto es el momento idóneo para una parada en el Mercado del Puerto, uno de los mejores lugares donde saborear la ciudad, o el Castillo de la Luz, antigua fortaleza defensiva reconvertida en museo. La Isleta es, además, clave en la historia de esta festividad: sus vecinos crearon el primer Patronato del Carnaval y en sus calles comienza actualmente el desfile anunciador que da inicio a las fiestas.
Tras cruzar el istmo de Guanarteme que conecta la Isleta con el resto de la ciudad, y muy cerca la playa de Las Canteras, una de las playas urbanas más reconocidas y visita obligada en la capital, se encuentra el Parque Santa Catalina, que además de epicentro de las celebraciones carnavalescas es el entorno ideal para un paseo en la ciudad.
Para completar el recorrido −al igual que en la Gran Cabalgata del carnaval− ningún viaje a Las Palmas de Gran Canaria está completo sin una visita a sus barrios fundacionales, Vegueta y Triana. Los cinco siglos de historia de la capital se respiran en Vegueta y sus monumentos, y Triana, el barrio comercial por excelencia, mantiene su estilo modernista en un recorrido por sus edificios más icónicos: desde el Gabinete Literario o el Palacete Rodríguez Quegles, para terminar en el Parque de San Telmo y su quiosco.
Como colofón a cualquier viaje a Las Palmas de Gran Canaria, es indispensable conocer la ciudad también a través del paladar. La exquisita gastronomía de la capital es un reflejo de su unión de culturas y la vitalidad constante de la urbe. Muestra de ello son sus reconocidos restaurantes como Poemas by Hermanos Padrón, con una estrella Michelin y ubicado en el emblemático Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel; MuXgo, reconocido con una Estrella Verde Michelin con una propuesta basada en la sostenibilidad; o el restaurante Tabaiba, cuyo chef Abraham Ortega acaba de ser elegido tercer mejor cocinero revelación en Madrid Fusión.