Cada año, los viajeros se sienten atraídos por Puerto Rico, ya sea por sus brillantes aguas turquesas, sus playas de arena blanca, el sol que brilla durante todo el año o por pasear entre la colorida arquitectura de San Juan y conocer su fascinante historia. Pero lejos de los lugares más populares, Puerto Rico ofrece una asombrosa diversidad geográfica y experiencias fuera de lo común. Desde hacer senderismo hasta acampar en una isla desierta, Discover Puerto Rico reúne cinco formas menos conocidas de sumergirse en el lado más inexplorado de la isla.
Explorar los arrecifes de coral de Culebra
A un corto trayecto en barco desde tierra firme, la isla de Culebra es uno de los secretos mejor guardados de Puerto Rico. Con más del 20 % de la isla preservada por el Refugio Nacional de Vida Silvestre de Culebra, la costa está enmarcada por ricos arrecifes de coral y una vibrante vida marina, lo que la convierte en el lugar perfecto para aventuras submarinas. Al abrigo de fuertes vientos racheados, las tranquilas aguas topacio de Playa Flamenco regalan a los visitantes uno de los mejores lugares para practicar snorkel o submarinismo en Puerto Rico, con la posibilidad de avistar tortugas marinas, rémoras, peces cola azul, peces ángel, rayas y mucho más.
Surf y puestas de sol en Rincón
Al llegar a Rincón, los viajeros se relajan de inmediato al compenetrarse con el ritmo de este tranquilo pueblo de ocio, la meca del surf y las puestas de sol. Conocida como la "esquina" de Puerto Rico, donde el Mar Caribe se encuentra con el Océano Atlántico, esta localidad es uno de los lugares favoritos de todo el Caribe para practicar surf, con doce kilómetros de costa. Tanto los surfistas experimentados como los principiantes se reúnen para coger olas en las playas de la ciudad, como Domes, María, Sandy y Tres Palmas, siendo la de Domes famosa por albergar competiciones internacionales de surf y festivales playeros durante todo el año. Al ponerse el sol, Rincón hace honor a su nombre, ya que los visitantes son testigos del crepúsculo más impresionante de la isla.
Una excursión de montaña en Las Piedras del Collado
Para los viajeros que buscan alejarse de los caminos trillados y volver a conectar con la naturaleza, los exuberantes paisajes montañosos de Puerto Rico ofrecen un remanso de paz y unas vistas tan magníficas como las de la costa. Situado entre los municipios de Salinas y Cayey, Las Piedras del Collado es un pico montañoso de unos 850 metros sobre el nivel del mar, que se eleva sobre un pintoresco bosque repleto de flora y fauna endémicas. Para disfrutar de estas vistas, los aventureros pueden subir a la cima por su cuenta o con la ayuda de empresas turísticas locales. Lejos de las multitudes, los viajeros estarán acompañados por el ruido del gorjeo de las ranas coqui autóctonas y las melodías de aves silvestres, como las impresionantes currucas de Adelaida.
Acampar en la deshabitada Isla de Mona
El santuario de vida salvaje más remoto y prístino de Puerto Rico es una pequeña isla conocida como Isla de Mona. Denominada en su día las Galápagos del Caribe, esta impresionante isla desierta está rodeada de aguas cristalinas y elevados acantilados de piedra caliza, que sirven de santuario a tortugas marinas y muchas especies de aves marinas. Dado que la protección de los hábitats locales es la principal prioridad, los visitantes deben coordinar la acampada con un operador turístico local.
Las excursiones guiadas brindan la oportunidad de explorar cuevas, fotografiar el hipnotizador paisaje de la isla y admirar el faro centenario y los restos de naufragios. Al caer la noche, los visitantes pueden instalarse en uno de los dos campings y dormir plácidamente bajo el manto estrellado y los sonidos de la naturaleza virgen como telón de fondo.
Una aventura subterránea en Utuado
Con una extensión de unos 297 kilómetros cuadrados, Utuado es una franja de tierra plantada entre densa vegetación en la zona más montañosa de Puerto Rico. Entre sus sobrecogedores paisajes se puede vivir una inesperada aventura subterránea, debido a las rápidas corrientes del río Tanamá. A lo largo de millones de años, sus aguas han esculpido una red de cavernas, cañones y túneles en los acantilados de piedra caliza, lo que ha brindado a los exploradores más atrevidos la posibilidad de participar en una variedad de actividades, como espeleología, tubing en cuevas, rappel, senderismo y escalada, para vivir una experiencia emocionante en esta impresionante isla caribeña.