Redacción | Jueves 29 de diciembre de 2022
Existen muchas razones por las que el cabello no crece, sometido como está a los agentes atmosféricos a diario, pero también debido a otras causas como la edad, la dieta o el estrés. Por supuesto, también hay soluciones para ello con el fin de que no quiebre y vuelva a crecer, o que no se caiga, tal y como nos cuentan David Lesur de los salones David Künzle, Víctor López de la firma cosmética California Mango y Esperanza Sáenz, responsable de imagen de Dalire.
Podemos hablar al menos de hasta seis factores que ralentizan el crecimiento del cabello, como pueden ser la edad, ya que a medida que envejece se vuelve más débil, o una mala dieta que conduce a deficiencias nutricionales que afectan el estado de salud del cabello, haciéndolo opaco y quebradizo. También el estrés es causa de malestar en nuestro organismo e incluso la genética, según la cual cada individuo tiene una fase de crecimiento del ciclo capilar diferente: “Otras serían afecciones inflamatorias conocidas por todas como la psoriasis, la dermatitis seborreica o las infecciones fúngicas, además del uso de herramientas de peinado y calor constante, como los secadores, que acaban por debilitar el cabello. Y en caso de tener problemas de tiroides, tener bajo control su función, ya que ni el hipotiroidismo ni el hipertiroidismo son buenos para su crecimiento” – añaden desde Dalire Cosmetics.
Tampoco deben subestimarse las horas de sueño, ya que es el momento en que se renuevan las células por la noche, entre 7-8 horas sería lo aconsejable. Y claro, saber elegir buenos cosméticos capilares como champús, aceites, acondicionadores nutritivos o mascarillas libres de químicos y tensioactivos que eviten llegar a una dermatitis o un debilitamiento progresivo.
¿Qué más podemos hacer si además se nos cae?
En otoño e invierno, la caída del cabello se acentúa, una etapa que va de 4-6 semanas en la que luego, el cabello vuelve a la normalidad: “Tenemos que observar si la densidad capilar baja demasiado con los años, o si todo sigue igual. Esto lo podemos comprobar pasando los dedos entre los cabellos y apretando desde el cuero cabelludo hasta las puntas, para después repetir la operación sobre toda la cabeza. Si hay menos de 10 pelos, todo está en orden, más de 10 estás empezando el proceso de caída y más de 15 estás en el momento crítico y hay que tratar sí o sí” – afirma David Lesur, director de formación de David Künzle.
Hay que saber que cuando se cae el cabello, este lleva “muerto” ya varias semanas: “Lo mejor es intervenir lo antes posible, para no dejar que se instale y enquiste el problema, por ejemplo, con algún tratamiento anticaída con aminexil, que previene la rigidificación del colágeno, reforzándolo y eso genera más anclaje del cabello en el cuero cabelludo”. Lesur defiende los champús y otros productos destinados a la caída y su uso habitual: “Tenemos que saber qué champú es el más indicado para nuestro cabello, que no irrite, pique o si este es graso o más seco, y en función a esto, también cuántas veces debemos lavarnos la cabeza. Si hablamos de factores ajenos a los tratamientos de peluquería, una correcta alimentación rica en zinc, vitamina B12, frutos secos como almendras o nueces o los betacarotenos de las zanahorias, calabaza, papaya, etc.… pueden ayudar y mucho a su cuidado y regeneración”.
Víctor López, del grupo TH Cosméticos que distribuye en España la firma California Mango, recomienda especialmente aquellos champús que no tengan sulfatos para que el daño sea menor: “Los sulfatos son altamente irritantes y responsables de que la coloración sea mucho menos duradera, lo que también incide en la caída capilar. Además, alteran la secreción de sebo y eso genera más caspa y picor. Los champús sulfate free son fácilmente reconocibles porque no generan espuma y no suelen oler salvo a frutas, flores o plantas en algunas marcas”. Entre los recomendados también, podríamos citar los de la firma sevillana Dalire, sin sulfatos y uno de ellos con extracto de cebolla (que reduce la inflamación en el cuero cabelludo y estimula el riego sanguíneo) y pomelo, que gracias a su vitamina C y ácido fólico colabora en la producción de colágeno para aumentar su fuerza y elasticidad. Esperanza Sáenz, su responsable de imagen, pone su atención en un buen champú, un acondicionador, y una buena crema nutritiva para lograr un cabello limpio y cuidado que fortalezca además las fibras capilares, sin olvidar el problema del frizz en esta época del año: “El cabello seco absorbe el exceso de humedad y provoca la hinchazón del tallo y rotura de la cutícula. Frágiles y propensas a romperse, pierden su elasticidad natural y adquieren una apariencia de león que puede desanimar incluso a las mujeres más motivadas”.
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