En esta época del año, todos los pueblos y ciudades se visten con sus mejores galas para llamar a los visitantes con más espíritu navideño y que anhelen descubrir nuevos lugares. La Costa Dorada es uno de estos destinos que, por su riqueza histórica, la cultura que tiene y la paz que transmite puede ser una gran opción para visitar estos días. Destacan cinco pueblos de postal para visitar en cualquier época del año, también en invierno, en familia o con amigos.
Este municipio de origen medieval fue importante en el siglo XVIII por sus actividades de transporte marítimo y comercio agrícola. De su interesante conjunto histórico artístico, destaca el castillo palacio de los marqueses de Tamarit y la iglesia parroquial de San Martí (siglo XVIII), de estilo barroco; su planta es de cruz latina con tres naves.
Este territorio ubicado en el Bajo Ebro ofrece la peculiaridad de estar repleto de calas pequeñas con aguas turquesas, considerado un espacio ideal para desconectar. Las playas, ricas en fauna, ofrecen la posibilidad de realizar snorkel u otras actividades relacionadas con el mar; entre los planes más codiciados está el bañarse con atunes rojos, siendo una experiencia realmente única.
Este pueblo tiene un gran repertorio de cultura e historia. Sus calles medievales, flanqueadas con monumentos históricos, como el faro, la iglesia de San Pedro y la Torre de la Villa, son altamente apreciadas por los visitantes. Sin embargo, otro sitio imprescindible es el Castillo de los Icart, todo un exponente del renacimiento catalán. Sin olvidar, sus playas tranquilas y poco concurridas, que son otro gran atractivo en primavera y verano.
En este municipio pesquero las principales zonas de interés son el paseo marítimo, el puerto y su oferta de turismo náutico. Además, en el pueblo existen grandes restaurantes con una variada oferta culinaria, que lo elevan a uno de los lugares más codiciados por los amantes de la buena mesa.
Este precioso asentamiento, levantado sobre una roca del siglo XI, es uno de los máximos exponentes de la Costa Dorada. Su distintivo principal es el recinto amurallado que envuelve el castillo y la iglesia románica, restaurado en 1988 y catalogado como Bien de Interés Cultural.
Magnolia Hotel y Port Plaza, alojamientos ideales para descansar durante esta ruta
Para realizar un recorrido por todos estos encantadores pueblos de la costa de Tarragona, conviene contar con un alojamiento que permita un descanso y confort ideales. Para ello, el Grupo Blaumar es una excelente opción. Con Magnolia Hotel, un establecimiento adults-only ubicado en Salou, que permite a los turistas beneficiarse de la tranquilidad y el confort de sus instalaciones; así como Port Plaza Apartamentos en Tarragona, situados a 200 metros de la estación de Renfe y del Palacio de Congresos, así como a escasos metros del puerto y de la playa.
El Magnolia Hotel ofrece un ambiente de relax y tranquilidad, tanto en sus espaciosas y cómodas habitaciones, como en la zona del Spa y Fitness, que cuenta con una amplia carta de tratamientos de belleza y terapéuticos que ayudan a buscar la paz mental y escapar de la rutina. Además, su ubicación en Salou, en el corazón de la Costa Dorada, facilita el desplazamiento por todos los pueblos del litoral tarraconense.
Por su parte, Port Plaza Apartments, cuenta con una ubicación inmejorable muy cerca del barrio marítimo del Serrallo y a solo cinco minutos andando del centro neurálgico de Tarragona, la Rambla. Inaugurados en 2019, los apartamentos están completamente equipados con todas las tecnologías y prestaciones para el descanso deseado; además, apuestan por un turismo sostenible y el cuidado del medioambiente, y es el único complejo de estas características en Tarragona con certificación BREEAM ® ES.