TURISMO INTERNACIONAL

Puerto Rico se prepara para una de las Navidades más largas del mundo

Redacción | Viernes 28 de octubre de 2022

A veces la Navidad pasa en un abrir y cerrar de ojos, aunque en Puerto Rico es difícil que esto ocurra: con aproximadamente 45 días de duración, la isla puede presumir de tener una de las temporadas festivas más largas del mundo. Los viajeros que prefieran cambiar el frío y la nieve de Europa por el ambiente cálido, animado y colorido de Puerto Rico pueden empezar a empaparse del espíritu navideño en San Juan, la vibrante capital de Puerto Rico. Basta con pedirlo a Papá Noel, ¡a ver si hay suerte!

El pistoletazo de salida de las festividades lo da el Día de Acción de Gracias, el 24 de noviembre, y dura hasta mediados de enero, con un sin fin de tradiciones para abrazar uno de los momentos más mágicos del año. Puerto Rico se convierte en un paraíso invernal tropical donde las plazas y las casas se iluminan con reproducciones de Papá Noel y copos de nieve, así como figuras de los tres Reyes Magos, célebre tradición puertorriqueña, compartida con España, que se conoce también como el Día de Reyes o Epifanía.

Asistir a la misa de Nochebuena es una verdadera experiencia cultural, tanto si se es creyente como si no. Entre las iglesias con más atmósfera de Puerto Rico se encuentran la Iglesia de San José, la Catedral de San Juan Bautista en el Viejo San Juan, y la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, en Ponce.

Los ocho días posteriores al Día de los Reyes Magos, el 6 de enero, se conocen en Puerto Rico como las Octavitas, una extensión de la Navidad donde los lugareños siguen organizando fiestas y participando en parrandas —fiestas callejeras tradicionales parecidas al Carnaval—.

Por lo general, este período único termina con el festival más magnético y colorido de Puerto Rico: las Fiestas de la Calle San Sebastián. Este jubileo cultural lleno de música marca el final oficial de la temporada navideña con canciones tradicionales como “Traigo esta trulla”, “Asómate al balcón” o “El ña”, escritas por Herminio de Jesús.

Los más sibaritas no pueden dejar de probar el menú festivo de Puerto Rico, que consiste en arroz con gandules, lechón asado y empanadas de plátano verde y carne en forma de tamal. Tampoco pueden faltar una buena ensalada de patata y la típica morcilla rellena de arroz. Y, cómo no, el toque dulce de la mesa lo ponen el tembleque —un pudín con sabor a coco cubierto de canela— y el coquito, una bebida a base de coco y ron. Algunos de los mejores restaurantes para saborear la gastronomía boricua son El Cuñao, El Rancho de APA y Lechonera Los Pinos. Por otro lado, la Fonda y Posada El Navideño, en Oracavis, es un restaurante puertorriqueño donde cada día es Navidad.

Algunas de las mejores decoraciones navideñas se encuentran en el poblado de San Antonio, en el Municipio de Aguadilla, el cual engalana casi todas sus calles y residencias con adornos navideños creativos, y el Municipio de Isabela, que decora su Plaza Pública, la Casa Alcaldía y las zonas aledañas con elementos tradicionales de Puerto Rico. Además, miles de luces decoran una cueva situada en el pueblo de Vega Alta. Se trata de “La Cueva Iluminada”, una atracción donde se siente la magia navideña gracias a su creadora, Carmen Rosa, quien ha preservado por más de dos décadas la tradición de decorar el cerro detrás de su residencia.

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