Con la icónica imagen de la flor del panot, la baldosa que representa una flor de cuatro pétalos y una de las más simbólicas de la ciudad catalana, el Fraile del tiempo se convierte en todo un referente de Barcelona, y de la forma de pensar y vivir de sus gentes. Un higrómetro que fue creado hace 128 años por el inventor Agapito Borrás Pedemonte que se continúa fabricando de forma artesanal en casa, concretamente en la localidad de Mataró; y, que prevé el tiempo con un día de antelación. El biznieto del creador, Enric Borràs, ha decidido que el Fraile también forme parte de la historia de la Ciudad condal y luzca su pavimento más representativo.
El Fraile del tiempo creado en 1894 se cubre ahora con las flores del pavimento gris de cimento hidráulico, conocido como panot, y que forma parte del desarrollo del barrio barcelonés del Eixample a partir de 1906. Este es uno de los cinco diseños preestablecidos que eligió el Ayuntamiento de Barcelona para pavimentar el barrio de la Ciudad, una vez derribadas las murallas y siguiendo el plan urbanístico de Ildefons Cerdà; si bien, este diseño de pavimento se podría haber utilizado con anterioridad.
Y es que, hasta entonces, los vecinos del barrio barcelonés del Eixample convivieron largos años con el yodo que se formaba con las lluvias en las calles sin asfaltar. De ahí el nombre de “Can Fanga”. La flor de los cuatro pétalos sería una propuesta de la Casa Escofet, una de las empresas industriales de la Ciudad en la época. El Fraile del panot es uno de los distintos modelos de higrómetros disponibles, además del Fraile del tiempo clásico.