El suspense y la tensión regresan por Hallowine a Bodegas Franco-Españolas con un formato nuevo de escape room. Serán los días 28, 29, 30 y 31 de octubre, cuando la desaparición de unas botellas de vino Bordón pone en alerta al encargado de la centenaria “Biblioteca del Vino”. Encontrarlas antes de la noche de los difuntos podría cambiar la vida de los visitantes.
Se acerca la noche de los difuntos, esa época del año en la que la línea divisoria entre nuestro mundo y "el otro" se hace imperceptible. Los niños están inquietos y los animales nerviosos, la niebla aparece a la orilla del Ebro. Es en ese momento cuando los del "otro lado" llaman a la puerta de la bodega centenaria, y no todos con buenas intenciones. La inquietud se apodera incluso de los más valientes.
"Escapa" es un escape room diseñado para Bodegas Franco-Españolas. Durante 45 minutos de tensión, los participantes tendrán que resolver el enigma de las botellas desaparecidas. En una atmósfera inquietante, la creatividad, el ingenio y la habilidad darán las claves para descorchar el vino en el mundo de los vivos.
A orillas del río Ebro y a 5 minutos caminando desde el centro histórico de Logroño, se encuentra Bodegas Franco-Españolas. Una bodega familiar de la DOCa Rioja con más de 130 años de historia a sus espaldas, y la 3ª generación de la familia Eguizábal al frente.
Bodegas Franco-Españolas nace en 1890 como resultado de la unión entre Francia y España. La compañía de Anglada de Burdeos y sus socios españoles se unieron en un momento álgido en Rioja, cuando los franceses vinieron a la región tratando de reemplazar sus viñedos arrasados por la filoxera. Era el origen de los "vinos finos de Rioja”.
LOS VINOS
Actualmente, de la producción total de vino, un 65% se destina a venta nacional y un 35% a exportación, cuyos principales mercados son: México, Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, Alemania y China.
ENOTURISMO
Con más de 60.000 visitas en 2019, Bodegas Franco-Españolas es el principal atractivo turístico de Logroño junto con la conocida Calle del Laurel. Además de las visitas a bodega, ofrece una amplia oferta enoturística en la que se une el vino con diferentes actividades culturales: cine, música, teatro, etc.