Bajo los cielos brillantes de La Mancha, los campos se preparan para recibir el momento más esperado: el brote de la flor del azafrán. La cuenta atrás está echada en Consuegra, donde kilómetros de paisaje se teñirán pronto de púrpura, situando este destino en el epicentro de tu wishlist.
El otoño en Consuegra es diferente. La paleta de ocres y anaranjados ceden aquí el espacio al color púrpura. Un púrpura intenso y brillante, que, durante unos días mágicos, tiñe los campos de esta localidad manchega de un mar de malvas. Es la floración del azafrán, la ocasión perfecta para hacer de tu Instagram el más bonito del lugar.
Porque tanto si eres del team “Fans de Instagram” como si lo eres del de “Quiero alargar el verano con escapadas soleadas y especiales”, la floración del azafrán en Consuegra es tu momento. Allí y ahora, porque este maravilloso espectáculo es efímero, lo que aún lo hace más deseable. Así que ve preparando la mochila porque entre finales de octubre y primeros de noviembre hay que estar en este rincón de Toledo. Aviso a navegantes: puede causar enamoramiento.
Un mar púrpura y una tradición centenaria
Desde hace siglos, Consuegra mantiene una hermosa tradición intacta. Durante varias semanas entre octubre y noviembre familias enteras salen al alba para recoger en sus campos la flor del azafrán. Lo hacen temprano para que no se mustie y al caer el sol, se reúnen en torno a una mesa para elevar la tradición a otra categoría: arrancar los pistilos de la flor del azafrán a mano son muchas horas de trabajo y de debate. Alrededor de las mesas de Consuegra ‘se cuece’ lo bueno en estos días. Es la ceremonia de ‘La monda’ y se mantiene viva desde hace cientos de años. Gracias a ella, el azafrán de La Mancha sigue teniendo un nombre en el mundo y un lugar: en calidad, el primero.
Por eso Consuegra va ya por su 60ª edición de la Rosa del Azafrán, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, que tendrá lugar del 28 al 30 de octubre en este bonito rincón de la Mancha, a menos de hora y media de Madrid. Para rendir homenaje a todos los que siguen sentándose a la mesa, cada otoño, para teñirse los dedos de amarillo anochecer. Venir a Consuegra en estos días es aprovechar la oportunidad de formar parte de la magia, de conocer de primera mano una costumbre que no debe caer en el olvido y que merece la pena vivir, al menos, una vez en la vida. Si eres un defensor del slowlife, vente a Consuegra. Te damos un montón de ideas para que llenes tus redes sociales de azafrán y tradición.
Abrir los brazos y captar la inmensidad de este mar morado en un disparo, tu rostro bajo un sombrero de paja, tus hijos recogiendo estambres, un beso en mitad de un campo azafranado; un vídeo de risas con los dedos impregnados de amarillo anaranjado o tu mítico salto de conquista de un nuevo destino. Los ingredientes necesarios para llenar la galería con la que hacer un reel que todos querrán repetir el año que viene.
Un paraíso para foodlovers. Pero si hay algo que da el azafrán además de un sabor único, es el color. La cocina manchega cobra vida en estos días en Consuegra y verlo es como vivir el Festival Holi, en India. Si eres de los que ve inspiración hasta en un café con leche y no puede evitar fotografiar cada plato que le traen a la mesa durante un brunch con amigos, vente al Certamen Gastronómico que se celebra en el Pº Don José Ortega y Munilla de la localidad, durante el fin de semana. Los participantes se atreverán con el tradicional rin-ran y las calderetas de cordero, mientras tú puedes captar la ilusión en cada instantánea. Los fogones, el humo agitando la atmósfera, el contraste del amarillo, con los marrones de la carne, la tierra. Un espectáculo que sucederá a cámara lenta ante tu objetivo.
Una fiesta muy colorida. Los Concursos de Monda y el Festival Folclórico de Coros y Danzas pondrán a prueba tu maestría con el objetivo. El colorido de los trajes regionales y el vuelo de las faldas llenará de aire el ambiente, mientras que la monda te regalará escenas costumbristas de las que podrás exprimir la verdadera esencia de la Fiesta de la Rosa del Azafrán.
Doce molinos y un castillo. La subida al cerro de Calderico, donde descansan los famosos doce molinos de Consuegra es un must de esta escapada. Imagínalo. Un plano de tus pies caminando por el sendero que se va elevando hasta captar la belleza de uno de los conjuntos molineros más grandes y mejor conservados del mundo. ¡Tus followers lo verán en bucle! ¿O qué tal un plano a tus espaldas grabando cómo alcanzas la cima del símbolo de Consuegra!
Aquí tendrá lugar la ‘molienda de la paz’ en el molino Sancho, que presume de tener una de las maquinarias más antiguas y mejor conservadas de España. Este enclave molinero, encabezado por el majestuoso castillo de La Muela -en origen fortaleza musulmana (S. X) y hoy ejemplo de la arquitectura militar de los Caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén puede agotar las gigas de memoria…