CULTURALES

Museo del Greco en Toledo

Redacción | Viernes 07 de octubre de 2022

Casa Museo centrado íntegramente en la figura del Greco, la influencia de su obra y la personalidad de Toledo en siglo XVI.
Dentro de las obras que podemos encontrar, está las imprescindibles “apostolado”, “Vista y Plano de Toledo” y “Las lágrimas de San Pedro”.
Edificio levantado a principios del siglo XX sobre un espacio del siglo XVI. En él, se adornó con enseres de la primera etapa y exponiendo todo el patrimonio del Greco gracias al trabajo de Marques Vega-Inclán.
Reformado hace menos de veinte años, incluyó también cómodos espacios que facilitaron la accesibilidad del sitio junto con el innovador estilo expositor de la obra de este griego llamado El Greco.
Una herencia e influencia incuestionable que honra Toledo a uno de sus ciudadanos más universales gracias al único museo dedicado a la figura del pintor.

Colecciones del museo

Las colecciones del museo forman una muestra significativa de piezas de los siglos XVI y XVII, representativas de la vida y obra de Domenikos Theotokopoulos, el Greco, así como de la cultura y la sociedad toledana del momento.

El museo cuenta con un conjunto fundamental de obras del periodo tardío del pintor, entre las que destacan las 13 pinturas que conforman el Apostolado, la Vista y plano de Toledo, las Lágrimas de San Pedro y un selecto grupo de retratos. Además incluye pinturas de otros artistas manieristas y barrocos, esculturas, piezas arqueológicas, mobiliario, textiles y objetos decorativos de diversa índole. Una gran parte de ellas conforma el núcleo fundacional del museo, creado a inicios del siglo XX por el II Marqués de la Vega Inclán.

Poco a poco las colecciones han ido aumentando gracias a las adquisiciones efectuadas por el Estado y nuevos depósitos y donaciones. La política de incremento de colecciones es fundamental para completar la visión que se tiene de la obra del Greco y su taller, así como su influencia en otros pintores contemporáneos.

EL GRECO (DOMÉNICOS THEOTOKÓPOULOS)

Doménikos Theotokópoulos, conocido como El Greco, es uno de los artistas más originales e interesantes del siglo XVI. Nació en 1541, en Candía, en la isla de Creta, que en aquel momento se encontraba bajo el dominio de la República de Venecia. Conocemos pocos datos sobre su aprendizaje. Hasta 1567 trabajó en su ciudad natal como pintor posbizantino; recientes investigaciones apuntan a que en su formación existió una doble orientación hacia patrones occidentales y orientales. A comienzos de 1567 se estableció en Venecia con la meta de convertirse en un pintor occidental. Estudió la obra de Veronés, Tintoretto y Tiziano, entre otros artistas. En 1570 se trasladó a Roma, alojándose en el Palazzo Farnese. Allí tuvo ocasión de conocer la colección del cardenal Alejandro Farnesio y de formar parte de un selecto círculo de eruditos y estudiosos entre los que se encontraba Giulio Clovio. En 1577 está documentado en España, concretamente en Toledo, alentado por el deseo de trabajar en la decoración de El Escorial. En la ciudad castellana El Greco desarrolló su producción más personal.

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