AVENTURA

Planes de mar y de montaña en la Costa Brava y el Pirineo de Gerona

Redacción | Jueves 30 de junio de 2022

Un destino que reúne todo lo que cualquier viajero puede buscar. Ya sea bañarse en sus aguas mediterráneas o conquistar sus picos más altos; comer en un chiringuito con vistas al mar o deleitarse en un refugio de alta montaña; relajarse en paradisíacas calas y playas o en plena naturaleza.

Hay muchas formas de vivir un verano. Lo bueno de hacerlo en la Costa Brava y el Pirineo de Gerona es que no habrá que escoger entre la costa y el interior, entre el mar o la montaña. Allí se tiene todo, allí se vive el doble.

Elegir entre el mar y la montaña nunca ha sido fácil, pero en la Costa Brava y el Pirineo de Gerona no es necesario hacerlo. Desde sus más de 200 km de costa para sumergirse en sus aguas transparentes y azules y relajarse en sus arenales hasta majestuosos picos, parajes de interior y refugios naturales en los que desconectar o sentirse más activo que nunca. Las vacaciones en esta región invitan a vivir el doble y estas experiencias, opuestas pero complementarias, lo confirman.

Sumergirse en agua salada o lanzarse al agua dulce

Hay muchas formas de refrescarse en verano, pero está claro que los chapuzones son uno de los planes favoritos de muchos. Por una parte, el cristalino mar Mediterráneo invita, no solo a nadar sus aguas sino a descubrir su vida submarina a través del snorkeling eco-guiado; una experiencia para todas las edades en la que un experto en ecoguiaje explicará paso a paso toda la fauna y flora de la zona. Por otra parte, los múltiples ríos del interior dan pie a actividades como el barranquismo. En Sant Privat d’en Bas y bajo el salto del Sallent —de 140 metros de altura—, se encuentra el Gurn, un barranco ideal para que familias y principiantes se inicien en la técnica del rápel y se zambullan en sus aguas color verde esmeralda.

Sobrevolar la Costa Brava o conquistar los Pirineos

¿Quién no ha soñado alguna vez con volar? Esta mágica experiencia puede vivirse de varias maneras en la región. Un plan atrevido puede ser dar un salto en paracaídas a 4000 metros de altura sobre la bahía de Roses o, quizás, apuntarse en Skydive Ampuriabrava a un vuelo de iniciación por la zona costera y llevar los mandos de una avioneta por unos minutos. El Pirineo de Gerona, por su parte, cuenta con planes algo menos extremos, pero igual de divertidos. Desde volar en globo y divisar los más de 40 volcanes que conforman el Parque Natural de la zona volcánica de la Garrocha hasta subirse al telesilla Jordi Pujol Planella, contemplar el paisaje alpino y la fauna silvestre y alcanzar el nacimiento del río Ter.

Un chiringuito con vistas al mar o un refugio de alta montaña

Del Mediterráneo se obtienen mariscos y pescados que pueden degustarse en chiringuitos con vistas al mar; de la tierra, vinos, aceites, embutidos o quesos con los que deleitarse en algún refugio de alta montaña. BlueExperience propone subir a bordo de un bote para 10 personas y navegar desde Cadaqués hasta Cabo de Creus, bañarse en calas escondidas, practicar paddle board o snorkel y comer en el Xiringuito La Sal, en la bahía de Cadaqués. En contraste, la Cabaña de los Pastores en el Valle de Nuria es una opción perfecta para probar una hamburguesa 100% ecológica y una cerveza artesana con vistas a las imponentes montañas del Pirineo Oriental.

Relajarse en la arena o meditar en un bosque

Al margen de aventuras y buena comida, las vacaciones también pueden ser una oportunidad para desconectar de la rutina. Una sombrilla, una toalla y un buen libro pueden ser los ingredientes perfectos para pasar un día de sol tumbado en la arena de cualquiera de las playas y calas de la Costa Brava, desde Blanes hasta Portbou, sin otro propósito que relajarse, disfrutar de las vistas y respirar el aire mediterráneo. Otra opción, perfecta para reducir el estrés y reconectar con la naturaleza, es un baño de bosque; un paseo de dos horas casi medicinal entre encinas y alcornoques en los aledaños de Gerona.

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